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Índice Alfabético - Glosario

Iaô Iberah IHOH Ilda-Baoth Iniciación Irdin
Irshou IshVa-Ra        

Glosario de términos (I):

I

 Iaô:             (Iah)  (Jah)  (Jâho)

Ver también:   Jehovah; Thoth; Hermes        

Iaô, es el Regente Lunar, y jefe de los Pitris Lunares. Él es quién, en la época actual regula el espíritu de la Luna como fuente de sabiduría y progreso evolutivo hacia la Tierra.

Y así encontramos que el mismo Orígenes nos da el nombre de las entidades planetarias o Genios:

<< Los Genios de los planetas eran: Adonai del Sol, Iao de la Luna,  Eloi de Júpiter, Sabaoth de Marte, Orai de Venus, Astaphai de Mercurio, y finalmente Ildabaoth de Saturno… [C. W. King; Gnostics and their Remains] >>

King nos cuenta cómo las sectas gnósticas egipcias y cristianas, tenían una especial preeminencia por Abraxas Iao, nombre asimilado al dios Horus egipcio tal y como nos cuenta de nuevo King:

<< Esto está probado de modo innegable, tanto por la joyas paganas como por las gnósticas cristianas. En la colección de Matter de tales joyas hay un Horus Sentado en el loto, inscrito:  ABRASAX IAW EIS ZETS SARAPI (Abraxas Iaô Eis Zeus Sarapi) en las joyas paganas contemporáneas, que sólo puede traducirse por ‘Abraxas Iao es el Jehovah Uno’…El valor numérico o kabalístico del nombre de Abraxas se refiere directamente al título persa del dios Mithras, regente del año dorado desde los tiempos más primitivos bajo el apelativo de Iaô. [C. W. King; Gnostics and their Remains] >>

 

Nuevamente Helena Petrovna Blavatsky nos explica una ruta etimológica distinta para comprender todos los matices del Nombre Misterioso:

<< Ninguna deidad presenta tanta variedad de etimologías como Iaho, ni tampoco hay otro nombre que pueda pronunciarse de tantos modos diversos. Sólo asociándolo con los puntos Masoréticos, consiguieron los últimos Rabinos que Jehovah se leyese "Adonai", o Señor. Filón de Biblos lo escribe en letras griegas IEGW, IEVO. Theodoret dice que los samaritanos lo pronunciaban Iabé (Yahva), y los judíos Iaho; lo cual le haría ser, como hemos indicado, I-Ah-O. Diodoro declara que "entre los judíos se cuenta que Moisés llamó al Dios IAO". Bajo la autoridad de la misma Biblia, sostenemos que Moisés, antes de su iniciación por  Jethro, su suegro, nunca había conocido la palabra Iaho. [H. P. Blavatsky; Isis sin Velo Vol. I ] >> 

 

 Iberah:      (Ibez)          

Ver también:    Shamballa; Miz Tli Tlan  

La acepción que la palabra Iberah tiene en esta obra no tiene referencia directa con los pueblos Íberos antiguos de la Iberia europea o de la antigua Iberia caucásica, sino con el centro intraterreno de Iberah o Ibez, el cual, fue el primer núcleo activo del planeta que trató con la estabilización del magma central y dio inicio a la Tercera Raza Raíz. Así pues, el arcaico término de Íbero no guarda relación alguna con éste primer núcleo planetario… ¿O talvez sí…?

Uno de los textos conocidos más antiguos en el que se nombra a los íberos se lo debemos a Rufo Festo Avieno, quién hacia el siglo IV a.C., trascribe al latín un texto más antiguo, datado hacia el 600 a.C. y denominado la Ora Marítima. Este texto narra un periplo marsellés por la antigua Iberia, en la que aparecen unas extrañas costumbres relacionadas con una ‘diosa infernal’ íbera que habita en una cueva… pero disfrutemos de éste bello texto en latín:

Iugum inde rursus et sacrum infernæ deæ

divesque fanum, penetral abstrusi cavi

aditumque cæcum, multa propter est palus

E(t)rebea dicta, quin et Herbi civitas

stetisse fertur his locis prisca die,

quæ pr(o)eliorum absumpta (tem)pestatibus

faman atque nomen sola liquit cæspiti

at Hiberus inde manat amnis et locos fecundat

unda. plurimi ex ipso ferunt

dictos Hiberos, nom ab illo flumine

quos inquietos Vasconas prælabitur.

nam quicquid amnem gentis huius adiacet

occidum ad axem, Hiberiam cognominat.

 

 [Avieno; Ora marítima, Fontes Hispaniae Antiquae I]

 

La traducción de este texto nos dice lo siguiente:

<< Después, nuevamente un cabo y el rico templo consagrado a la Diosa Infernal, con cueva en oculta oquedad y oscura cripta. Cerca hay una gran marisma llamada Erebea. También se cuenta que hubo primitivamente en estos lugares la ciudad de Herbi, que aniquilada por 1as tempestades de las guerras, ha dejado tan sólo su fama y su nombre a la comarca. Después mana el río Hiberus, cuyas aguas fecundan estos lugares. Muchos afirman que de él reciben nombre los íberos, y no del río que corre entre los inquietos vascones, y toda la tierra que está situada en la parte occidental de dicho río es llamada Iberia. [Avieno, Ora marítima] >>

 

Este texto antiguo nos deja cumplida muestra de un rito ancestral a la diosa infernal o ígnea que habita en las profundidades en cuevas o cavernas… ¿es esto sólo una coincidencia o hay algo más…?

En la raza Lemuriana, el centro regente del planeta se situaba en su superficie interior, en la ciudad que correspondía al auténtico centro regente planetario, regido por consciencias cósmicas que en los planos sutiles velaban por el desarrollo armónico del planeta. Este núcleo, conocido como Iberah o Ibez, aunque existente actualmente, fue interiorizado después del fin de la raza humana lemúrica, y sustituido después durante el advenimiento de la raza Atlante por el centro de Shamballah o Agarttha, como la conocen actualmente sus pobladores.
El centro planetario en aquel recién materializado planeta, se estableció para trabajar con la sustancia matriz del mismo y con su propia esencia, el fuego que estaba siendo interiorizado y controlado para que fluyera como la sangre vivificante de la materia planetaria. Pero su energía era demasiado potente para la futura humanidad que no soportaría el contacto directo con la misma…

Hemos de recurrir ahora a José Trigueirinho Neto para conocer su propia definición de esta mítica ciudad:

<< Iberah es uno de los núcleos ocultos que sustentaron el desarrollo espiritual del planeta. Antecesor de Shamballa, se formó como centro regente de la Tierra en épocas tan remotas que se las considera legendarias. Sus espejos se proyectan en diferentes puntos de América del Sur, entre ellos: en el centro del Brasil, en la región de la laguna de Iberá (Corrientes, Argentina) y en la región de Viedma (Río Negro, Argentina). [José Trigueirinho Neto; Léxico Esotérico] >>

   

 IHOH:        (IONaH)  (Sôd)      

Ver también:  Adonai; MIHAEL        

IHOH es el Dios-Vida como nos lo define el Marqués Saint-Yves D’Alveydre, en estas líneas:

<< IHOH, Yo-la-Vida, Yo-Soy es el CaVi, el Creador por su Verbo, el Dios Poeta, el inspirador celeste o MAeTATRON, el ISHO, Cielo Divino, y el MATA-TRON o Matesis de Salvación, en el HâOuR, o tiempo celeste sin límites… El Padre es IHOH, Dios-Vida. Este nombre se lee en caracteres vattanes trazados en piedras preciosas sobre el frontal de oro de los Bratmahs del Nepal, antiguos Soberanos Pontífices universales, de los que Moisés designa los ancestros antediluvianos bajo el nombre de Népalim o Nefilim; y, en este Nombre del Padre, como lo probaremos en otra parte, está expresada su Esencia, que es la Vida; su Existencia, que es su Verbo viviente; su Substancia, que es el Fuego creador viviente y vivificante. Es por esto que Moisés, tras los Vedas y el primer Zoroastro, dice: "Nuestro Dios es un fuego devorador ." Y esta palabra es repetida en el Evangelio. Este Fuego espiritual es, en efecto, tan terrible para los malvados como dulce para los buenos, y cuando su cólera se amotina contra los primeros para la defensa de los segundos, desencadena hasta el fuego central de los Astros. Que no pueda, ¡ay!, ninguna Babilonia moderna engullirse instantáneamente en las entrañas abrasadas de la Tierra y bajo los truenos del cielo. [Saint-Yves D’Alveydre; El Arqueometro] >>

 

Una de las claves principales que nos clarifican el concepto de IHOH como el Dios-Vida, la encontramos en la Biblia,  donde leemos el siguiente texto:

<< Sámec. Los secretos de Yavé son para los que le temen, que les dará a conocer su confianza. [La Biblia; Salmos XXV, 14,] >>

 

La quinceava letra hebrea (s) Sámec o Samek (ªmws) representa al octavo nombre de Dios, que se denomina Mikael (l'kym), lo cual, nos indica ya una relación directa de Mikael con  Samek y, por tanto, con los ‘secretos de Yavé’. Sin embargo, debemos atender también a lo que Dunlap en sus Mysteries of Adoni, nos narra con respecto a la palabra Sod (dws), como el arcano misterioso de los judíos, basándose en el Penteglott de Schindler fechado en 1201. Según él, existe una interpretación esotérica diversa para ese texto bíblico, en el que el ‘misterio de Yavé’ queda reflejado como ‘Sod IHOH’ (hwhy dws) con lo que IHOH pasaría a estar representado como el ‘Santo de los Santos’, el cual guardaría su secreto o Sod en el nombre y figura de Mikael.

 

 Ilda-Baoth:   (Ildabaoth)  (Ialdabaoth)    

Ver también:        Lucifer  

Ilda-Baoth está compuesto de Ilda (dly) el Niño, y Baoth (tw'b), que se compone a su vez de 'el Huevo' (vwxb) y  'el Caos'(twxb); su significado es el ‘Niño nacido en el Huevo del Caos’, o también, el ‘Hijo de las Tinieblas’, cuya madre Sophia Achamôth era a su vez hija de Sophia, la Sabiduría Divina que mora en el Akasha. . Él es uno de los siete Elohim, los Siete Espíritus Creadores, y es quién produce a su vez, a su propia imagen, a los Siete Dioses o Espíritus Estelares, llamados también los ‘Espíritus de la Faz’. (lkh).

Esta definición se la debemos al sistema filosófico de los gnósticos y de los primeros judíos cristianos, tal y como nos lo cuenta King:

<< Ilda-Baoth, el Hijo de Sophia Achamôth la hija de Sophia o Sabiduría, cuya región es el Plerôma. Ildabaoth produce de sí mismo esos seis Espíritus estelares: Iaô, Sabaôth, Adoneus, Eloæus, Oreus y Astaphæus. [C. W. King; Gnostics and their Remains] >>

 

Esotéricamente se habla a continuación de la ‘Gran Rebelión’ realizada por algunos de los Espíritus estelares creados por Ilda-Baoth o Ialdabaoth, cuyo significado para este sistema solar es que Ildabaoth Regente de Saturno, con  Sabaoth de Marte, Ahriman, el Príncipe Planetario Terrestre, y el Príncipe Tao  de la Luna, se alineasen con Ialdabaoth, el Regente Galáctico en rebeldía. La razón principal del cisma fue que Ialdabaoth, el Regente Galáctico del sector al que pertenecía este Sistema Solar, había desafiado al mismísimo Príncipe Mayor e Hijo Creador del universo en el que se encuentra el conjunto de galaxias al que pertenecemos.

King nos narra nuevamente de forma explícita cual era el auténtico aspecto de Ialdabaoth:

<< Ilda-Baoth estaba lejos de ser un espíritu puro; la ambición y el orgullo dominaban en su constitución. Por tanto, resolvió él romper toda relación con su madre, Achamôth, y crear un mundo sólo para él. Ayudado por sus Seis Espíritus propios, creó al Hombre, destinándole a ser la imagen de su poder; pero fracasó completamente en su obra, pues su Hombre resultó un gran monstruo sin alma, que se deslizaba por la tierra. Los Seis Espíritus se vieron obligados a volver a traer su obra ante su padre para que la animase: así lo hizo comunicándole el rayo de Luz Divina que él mismo había heredado de Achamôth, quien, por esta pérdida, le castigó por su orgullo y presunción. Favorecido así el hombre por Achamôth, a costa de su propio hijo, siguió el impulso de la Luz Divina que ella le había transferido, reunió una cantidad mayor de la creación con que estaba mezclada, y principió a presentar, no la imagen de su creador Ilda-Baoth, sino más bien la del Ser Supremo, el "Hombre Primordial". Ante este espectáculo, el Demiurgo se llenó de rabia y envidia por haber producido un ser tan superior a él. Sus miradas, inspiradas por sus pasiones, se reflejaron en el Abismo, como en un espejo, la imagen se convirtió en instinto con vida, y surgió "Satán en forma de serpiente", Ophiomorphos, la encarnación de la envidia y de la astucia. [C. W. King; Gnostics and their Remains] >>

 

Una explicación menos apasionada de la historia, es la de que Ialdabaoth había rehusado realizar una de sus efusiones secuenciales de la Cuarta Ronda, por la que cada Jerarquía Estelar debe obligatoriamente entrar en los Rupas, sombras o imágenes de sus inferiores, y cumplir las tareas evolutivas que le sean asignadas como el más humilde de los seres coligados a ellas. Así ha prevalecido desde el principio de la formación del universo, y así prevalecerá hasta su disolución en la culminación del Manvantara en curso. Ialdabaoth había sido el creador de los Diez Señores del Ser, de los cuales, entre su descendencia se encontraba el Regente Solar de este sistema, que a su vez creó a los siete Manus, o Consciencias Planetarias.

Ialdabaoth pues fue una entidad creadora de primera magnitud, como lo describe A. Kingsford en el Apéndice ‘El Secreto de Satán’ en su obra Perfect Way:

<< Y en el séptimo día, prodújose de la presencia de Dios un Ángel poderoso, lleno de ira y devorador, y Dios le dio el dominio de la esfera extrema. La Eternidad produjo el Tiempo; lo Ilimitado dio nacimiento al Límite; el Ser descendió a la generación. Entre los Dioses no hay ninguno que se asemeje a aquél, en cuyas manos son depositados los reinos, el poder y la gloria de los mundos. Los tronos e imperios, las dinastías de reyes, la caída de las naciones, el nacimiento de las iglesias, los triunfos del Tiempo. Satán es el guardián de la puerta del Templo del Rey; mantiénese él en el pórtico de Salomón; guarda las Llaves del Santuario.   [A. Kingsford; Perfect Way] >>

 

Ialdabaoth, o Lucifer, como se le conoce en la mitología terrestre, fue perteneciente a la primera creación, junto con la mayoría de sus “Ángeles Caídos”, siendo Ialdabaoth creado el primero, como el más sabio y el más hermoso de los Suras, los primeros dioses creadores que forman la primera emanación o creación primaria desde las Tinieblas a la Vida Manifestada. Ialdabaoth, la Estrella Resplandeciente e Hija de la Mañana, es anterior a los Dhyân Chohans, o Regentes evolutivos del Tiempo y del Espacio, y a los Pitris, o hijos de Pitâ, el Padre, y creadores colectivos del Mundo y de los Hombres.
Desgraciadamente, en el momento de la “Gran Maldición” o la “Gran Sombra”, como la conocemos actualmente, la Tierra como cuarto planeta del sistema, tenía una coligación fundamental con el séptimo de éste sistema planetario que era Saturno, pues los miembros Séptimo y Cuarto de una cadena Septenaria de Mundos mantienen una unión y sintonía especial dentro del conjunto de relaciones globales.

Y los ciclos se cumplieron, y el tiempo llegó en que la efusión en la forma de una criatura humana, que fue rehusada por Ialdabaoth el ex-regente galáctico, debió de ser consumada por Mihael. La Ley del Sacrificio es imprescindible para la evolución del universo manifestado; dicha Ley siempre fue y será seguida por las grandes y pequeñas Entidades Cósmicas para vivificar y sustentar los universos de la materia. Durante las efusiones cíclicas de las entidades macrocósmicas en los mundos de su microcosmos relativo, el aura de éstas entidades, formada por la emanación de sus átomos, vivifica y eleva la vibración de la grosera vida material hacia el mundo espiritual. Al rehusar Ialdabaoth el cumplimiento de la Ley, y negarse a entrar en los Rupas, sombras o imágenes de sus inferiores, para cumplir con sus tareas evolutivas; no solamente desatendió una de sus obligaciones para con los mundos creados por él, sino que inflingió un punto de inflexión peligroso en el flujo de la Energía Viva (Ono-Zone),  que fluye siguiendo la estricta Ley de la Simetría entre el mundo manifestado y el inmaterial. El cosmos entero surge de un único aliento,  y por la Ley de la Simetría, el Absoluto sin Nombre, transmite al universo el impulso para que todas las partículas realicen el ciclo evolutivo que les corresponde; la Simetría organiza a la materia de forma que refleje la esencia y los arquetipos por los cuales fue creada.
La ruptura de esa Simetría cósmica puede acarrear consecuencias imprevisibles; así el Rouah o ciclo de la eternidad; el Nahash o tiempo en espiras que diferencia los secuenciales estados de la Luz y las Tinieblas, podrían desequilibrarse, y si la Luz no alcanzase su ciclo completo, el Rouah se detendría y la Luz dejaría de existir sumiendo al Universo en una noche sin tiempo.

La Fraternidad Oscura existe porque usufructúa los bienes universales que sin ser de su propiedad, son tomados impunemente a despecho de la Ley. El incumplimiento de la Ley por parte de los seres involutivos, les da a ellos, una ventaja aparente sobre aquellos que se ven sometidos a las exigencias de la Ley Cósmica. Pero esa “ventaja” es únicamente aparente, pues la ley de la Simetría y la de la  Compensación no pueden ser burladas por ningún ser material o espiritual; pues incluso por encima del Hijo Creador  está el Padre Omnipotente. Así el sublime  acto de amor realizado por Mihael, al encarnar en puesto de Ialdabaoth implica que éste último, está obligado asimismo, a partir de ese momento, a encarnar en este planeta con el cierre del ciclo. Y así, como dicen las profecías: ‘El Cristo tendrá un Anti-Cristo, el mensaje de luz tendrá un anti-mensaje de tinieblas, el amor se tornará en odio, la humanidad será probada para separar el grano de la paja, y el planeta será finalmente liberado’.

 

 Iniciación:       

Ver también:         Adepto

Las iniciaciones han constituido el medio por el cual el hombre ha ampliado su consciencia hacia los mundos sutiles, los cuales permanecerían inalcanzables de otro modo. Múltiples ejemplos de la importancia de la iniciación en el mundo antiguo nos la ofrecen los clásicos; Píndaro nos dice hablando de la iniciación:

<< Feliz quien baja iniciado a la tumba, porque conoce la finalidad de su vida y el reino dado por Júpiter. [Píndaro; Fragmentos] >>

 

Cicerón nos habla del mismo modo cuando parangona sus virtudes:

<< La iniciación no solamente nos enseña a ser felices en esta vida, sino también a morir con esperanza en algo mejor. [Cicerón; De Legibus] >>

 

De la misma manera hablan Platón, Pausanias, Estrabón, Diodoro y muchos otros que muestran su convencimiento del gran don que representa la iniciación. Herodoto, Tales, Parménides, Empédocles, Orfeo y Pitágoras aprendieron directamente de los hierofantes egipcios la sabiduría divina, con el anhelo de resolver los problemas del universo. Dice Filón: ‘Los Misterios revelan las ocultas operaciones de la Naturaleza’.

Y el mismo Platón dedica a los iniciados estas palabras:

<< Los iniciados están seguros de ser partícipes de la compañía de los Dioses

Es evidente que los fundadores de los Misterios, o secretas asambleas de iniciados, no eran simples mortales, sino potentes genios que desde los primitivos tiempos procuraron darnos a entender por medio de aquellos enigmas, que quien llegue impuro a las regiones invisibles, será precipitado en los abismos, mientras que el que las alcance, ya purificado de las manchas de este mundo, y experto en virtudes, será recibido en la morada de los dioses. [Platón; Fedro] >>

 

Sin embargo, demasiado a menudo la imagen del iniciado, popularmente se asocia al del mago o nigromante que utiliza sus conocimientos en beneficio propio, o al sacerdote que extrae esos conocimientos del dogma de su religión. Nada más lejos de la realidad cotidiana. El iniciado, según afirma Eliphas Lévi, sabe, y por lo tanto, ‘todo lo afronta, y guarda silencio’:

<< Podréis observarlo a menudo triste; nunca desalentado ni desesperado. A menudo pobre; nunca humillado ni abyecto. A menudo perseguido; nunca acobardado ni vencido. Porque recuerda él la viudez y el asesinato de Orfeo, el destierro y muerte solitaria de Moisés, el martirio de los profetas, las torturas de Apolonio, la cruz del Salvador. Sabe en qué estado de abandono murió Agripa, cuya memoria se ha calumniado hasta hoy día; sabe qué pruebas hubo de sufrir el gran Paracelso, y todo cuanto soportó Raimundo Lulio antes de su sangrienta muerte. Recuerda que Swedenborg tuvo que simular el extravío y hasta perdió la razón antes de que se le perdonara lo que sabía; que San Martín hubo de mantenerse oculto toda su vida; que Cagliostro murió olvidado en los calabozos de la Inquisición; y que Cazotte pereció en la guillotina. Es el sucesor de todas estas víctimas, y aunque nada teme, comprende la necesidad de guardar silencio.  [Eliphas Lévi; Dogma y Ritual de la Alta Magia] >>

 

¿Porqué este forzado silencio? ¿Porqué este anonimato hasta que un buen día él es impelido a descubrir al mundo sus secretos…? Pues sencillamente porque el mundo no perdona a aquellos que no siguen las reglas establecidas, a aquellos que rompen los estrechos y rígidos moldes mentales en los que se refugia la inmensa mayoría de la humanidad.

Un ejemplo de ello lo tenemos en nuestra intrépida heroína, madame Blavatsky, la cual, en sí misma, representa un alma inquieta que siempre rompió todo formulismo y estereotipo acerca de la imagen del iniciado. Blavatsky, que fue la fundadora del movimiento teosófico, tuvo una vida más propia de una osada aventurera que de una mística beata.

Helena Petrovna Hahn Blavatsky nació en Ekaterinoslav en 1831, pasando su juventud en una acuciante miseria que la obligó a actuar en un circo montando a caballo, se casó posteriormente con un general ruso del que se separó para ser la amante de un cantante esloveno, y sucesivamente, de un hombre de negocios inglés, de un barón ruso y de un comerciante del Cáucaso que se estableció en Filadelfia. Durante su vida también dio clases de piano, se convirtió en mujer de negocios y ejerció finalmente como médium.

Helena P. Blavatsky en su azarosa vida fue una figura polémica y perseguida por la opinión pública, confidente de lamas tibetanos y socia de un abogado norteamericano en la insigne aventura de ir a la India. Pero su obra definitiva fue la de ser fundadora de la Sociedad Teosófica Internacional, y constituirse como uno de los máximos exponentes de esta filosofía que brilló insistentemente en la primera mitad del siglo XIX. Escribió, varios tratados entre los que se encuentran: La Doctrina Secreta, Isis sin velo, Glosario teosófico, La voz del silencio, La llave de la teosofía, etc. Blavatsky murió finalmente en 1891 siendo una figura muy controvertida en su época.

Dice Sprague de Camp que los seis tremendos volúmenes de La Doctrina Secreta son una exhaustiva recopilación de documentos anteriores, como el texto indio Vishnú Purana que compuso Parashara y tradujo H. Wilson; La geología comparada; La Atlántida de Donnely; Vida del mundo de Alexandre Winchell; Las Estancias del Dzyan que es una compilación en sánscrito antiguo, y el Himno de la creación del Rig Veda.

Madame Blavatsky fue mucho más que una decidida aventurera con tintes exóticos, ella representó la guía  de un gran número de admiradores del ocultismo, y la fuente de inspiración para una gran corriente filosófica como lo es la Teosofía. Posteriormente, nuevas corrientes como la Antroposofía, fundada por Rudolf Steiner, se convirtieron en los auténticos precursores de la cultura de la Nueva Era y el Ecologismo.

No sabríamos explicar si la sociedad de su tiempo la persiguió enconadamente debido a su agrio carácter, o si este último fue simplemente el resultado de la violenta “reacción alérgica” que la opinión pública desarrolló hacia las ideas que ella representaba; pero por si sirviese de alguna ayuda al lector, para entender este binomio de amor y odio, he aquí un breve pasaje que refleja la opinión de esta valiente precursora del esoterismo moderno: 

<< La humanidad es, a lo sumo, un triste rebaño panúrgico que ciegamente sigue al pastor que la conduce en determinado momento. La humanidad, al menos en su mayoría, no gusta de pensar por sí misma; y toma por insulto la menor invitación a salir, ni un instante siquiera, de los caminos trillados, para entrar por su pie en nuevos senderos de distinto rumbo. Dadle a resolver un problema grave, y si sus matemáticos no gustan de estudiarlo, el vulgo no familiarizado con las Matemáticas quedará con la vista fija en la cantidad desconocida, y al enmarañarse entre las z y las y volverá la espalda, tratando de hacer pedazos al importuno perturbador de su nirvana mental. [H. P. Blavatsky, La Doctrina Secreta Vol. V ] >>

 

Pero lo que es realmente importante es que sin ella  se hubiese perdido un inmenso legado cultural que hubiese muerto de hastío en las “bibliotecas cementerio” ante la impasibilidad de la “ciencia oficial”. Veamos que es lo que nos cuenta H. P. Blavatsky acerca de los ritos antiguos de iniciación:

<< El iniciado, sumergido en un sueño profundo -el "Sueño de Siloam", como se llama aún hoy entre los Iniciados del Asia Menor, de Siria y aun en el Alto Egipto-. Se le dejaba en este estado durante tres días y tres noches, durante cuyo tiempo su Ego Espiritual se decía que se "confabulaba " con los "Dioses "; descendía al Hades, al Amenti o Pâtâla, según el país, y hacía obras de caridad a los Seres invisibles, ya fueran Almas de hombres o Espíritus Elementales; permaneciendo su cuerpo durante todo el tiempo en una cripta o cueva subterránea del templo. En Egipto era colocado en el Sarcófago en la Cámara del Rey de la Pirámide de Cheops, y llevado durante la noche del próximo tercer día a la entrada de una galería, en donde a cierta hora los rayos del sol naciente daban de lleno en la cara del Candidato en estado de "trance", el cual se despertaba para ser iniciado por Osiris y Thoth, el Dios de la Sabiduría. [H. P. Blavatsky, La Doctrina Secreta Vol. IV] >>

 

Hoy, sin embargo, la iniciación no se produce de esta forma exótica y protocolaria, sino que ésta es interiorizada, produciéndose en los planos sutiles, sin que tenga que existir exteriorización formal alguna, ella es hoy en día como la leve corriente de aire que aviva la chispa dormida que más tarde, con el correr del tiempo, devorará en su fuego primordial todo lo que se encuentre a su alrededor.

Un ejemplo de ello lo encontramos en esta impecable definición de Trigueirinho Neto:

<< Las Iniciaciones transcurren en planos subjetivos. Unas son vividas por el alma; otras, más amplias, por la mónada y otras, aun más abarcadoras, por el regente monádico. Cada Iniciación se refleja en los diversos núcleos y cuerpos del ser, y también en el universo donde habita. 

Las Iniciaciones tienen como meta conducir al individuo a su origen; su finalidad no es concederle poderes mágicos y ocultos. No obstante, al alcanzar niveles cada vez más elevados, él consigue controlar energías que le confieren dones; los cuales serán usados en pro de la manifestación de la vida divina y en comunión con las leyes regentes en su esfera de acción. En el pasado, las ceremonias iniciáticas llegaron a celebrarse en el plano físico, secretamente, en pirámides y Centros de Misterios. Pero, con el tiempo, se recogieron a los planos interiores de la existencia.

Las Iniciaciones de un individuo encarnado en la superficie de la Tierra difieren significativamente de las de los mundos intraterrenos evolucionados, pero en ambos casos se realizan con estímulos externos. Actualmente, el proceso iniciático en la Tierra está en transformación; los cuerpos del hombre rescatable están siendo sutilizados, sus núcleos internos, transmutados y su mónada despierta a la vida cósmica. También su sistema energético está cambiando y comienza a responder a las nuevas leyes que ahora se implantan. Toda la Tierra ingresa en este camino, y por eso está pasando por una purificación global. [José Trigueirinho Neto; Léxico Esotérico] >>

 

Intentando explicar este proceso actual de iniciación, podemos seguir las indicaciones de José Trigueirinho que nos anuncia que en el plano Físico Cósmico, existen siete niveles, definidos  como: Etérico-Físico, Astral, Mental, Intuitivo, Espiritual, Monádico y Divino. La consciencia plena en estos niveles se consigue por medio de las iniciaciones. La Tercera Iniciación posibilitaba, el desarrollo de los centros energéticos -anteriormente despertados en las iniciaciones previas-, los cuales en orden ascendente son: Plexo Cósmico, Centro Cardíaco, Centro Cerebral y Segundo Centro Supraluminar. El despertar del Primer Centro Supraluminar  comienza a refulgir en esa iniciación como instrumento principal de unión con la Mónada. En la estructura energética de las humanidades del cosmos, hay un vórtice denominado: Yo-Consciente, que constituye el conjunto de energías que influyen directamente en la vida manifestada por cada ser. Ese vórtice, el Yo consciente, se amplía continuamente entre unas bandas específicas de energía, las cuales, cuando es preciso que esas bandas se rompan,  reproducen unos procesos internos que constituyen las Iniciaciones.  La expansión de la consciencia dentro de una misma banda de energía parte de un punto inferior para abarcar campos más amplios en constante expansión. Definiendo progresivamente frecuencias más altas y márgenes de vibración cada vez más estrechos. A partir de la Cuarta Iniciación, el ser evolucionario que la alcanza,  interactúa con el Fuego Cósmico al establecer contacto consciente con su Mónada. Este fuego vivifica potencia la voluntad Monádica, favoreciendo la proyección de su energía en el Cuerpo de Luz. En la Cuarta Iniciación, el Alma es transmigrada al Cuerpo de Luz donde reside su núcleo de consciencia en perfecta armonía con la voluntad Monádica. En la Quinta Iniciación, la Mónada culmina su acción sobre el Cuerpo de Luz, revelándosele al iniciado los misterios profundos de la existencia planetaria y cósmica. La Mónada reúne en ese momento la energía de los núcleos infra-monádicos, y por la acción del Fuego Cósmico, los absorbe recibiendo el poder de crear nuevos vehículos de expresión en esos niveles, desvinculándose entonces de la ley del nacimiento y de la ley de la muerte física. El iniciado de quinto nivel, puede entonces, realizar las proyecciones materiales en los cuerpos sutiles y densos que sean necesarios para el cumplimiento de su tarea cósmica.

    

 Irdin:                

Ver también:       Vattan;   Sánscrito

El mismo Lenguaje Universal Hierográfico que los intraterrenos denominaban Vattan es el que los Hermanos del Cosmos llaman Irdin. Pero tomemos del Léxico Esotérico de Trigueirinho Neto la definición de la palabra Irdin:

<< Irdin: Idioma cósmico utilizado en los universos confederados. Por expresar la esencia creadora y arquetipos de la evolución, es dinámico y se reviste de la forma más adecuada al estado de consciencia del planeta en el que se manifiesta. Como vibración, está en el origen y en la base de todos los demás idiomas. Las palabras y los símbolos unifican consciencias, mundos y ciclos evolutivos. El cosmos se extinguiría si no fuese por el sonido inaudible que reverbera en planos inaccesibles para la mayoría de los seres humanos, poniendo en movimiento los éteres, aglutinando partículas, creando y disipando estructuras. El lenguaje debería ser la emanación de una actividad y de una disposición internas capaces de elevar la consciencia. A medida que esta humanidad alcance la unificación mental, disminuirá el uso de la palabra verbal y así se podrá reencontrar su valor oculto y retomar su uso sagrado. [José Trigueirinho Neto; Léxico Esotérico] >>

   

 Irshou:        

Ver también:   Harappa; Âgarttha; Arios.         

Las crónicas esotéricas hablan del Cisma de Irshou como uno de los hechos más relevantes tanto para el mundo intraterreno como para el mundo de superficie.

Irshou fue un harappa  que se había enfrentado a las pruebas de aceptación como yoghi y había fracasado, comenzando a continuación en el Âgarttha, una cruzada por la liberación del pueblo Harappa, la cual terminó con la deportación de cientos de miles de hombres desde el mundo intraterreno al mundo de superficie.

Estos cientos de miles de Arianni, expulsados del Agartha hacia el año 2.500 a.C., se unieron de forma violenta mediante invasiones a los distintos pueblos de su entorno, tanto Ramídeos como  Turanios y hasta Semitas, aportando su cultura superior y su lenguaje; el Sánscrito. A este pueblo de “origen desconocido” según la ciencia arqueológica actual es al que ésta última denomina Arios, y en este estudio denominamos más propiamente Arianni.

Realmente existe un punto de inflexión importante en la historia de todas las culturas antiguas centro asiáticas de esa época; así vemos que hacia 1.700 a.C., las magníficas y bien guarnecidas ciudades ramídeas de Mohenjo, Daro, Chanju Daro y Harapa, fueron destruidas sin piedad por un pueblo guerrero procedente de las llanuras de Asia Central que es definido como: ‘hombres aguerridos, de piel clara y nariz prominente, e incluso de rasgos blancos y rubios’, y que fue conocido como los Purandara (los destructores de ciudades). La antigua capital meridional del río Indo, conocida hoy como Mohen-jo Daro (ciudad de los muertos), debe su nombre actual a las terribles matanzas propiciadas durante su destrucción a manos de los Arios o descendientes de los Arianni.

Estos invasores lejos de ser bárbaros comparados con los magníficos constructores de las ciudades conquistadas que promovieron la gran cultura de la Civilización del Valle del Indo, poseían una cultura y unas técnicas superiores, aportando además del Sánscrito, padre de todos los lenguajes escritos, un bagaje cultural y religioso que se consolidó en el período Védico (1500-600 a.C.) y el Brahmánico (600-300 a.C.) como el período cultural de mayor importancia en la historia de la humanidad moderna.

Los Vedas, están compuestos por tres grandes colecciones que se conocen actualmente como el Rig-veda, el Sama-veda y Yajur-veda y más tardíamente el Atharva-veda. Para darnos una idea aproximada de la importancia de estos conocimientos vertidos en textos sánscritos conocidos “oficialmente” ya desde el 800 a.C., podemos imaginar someramente la extensión y profundidad de esta magna obra conociendo que solamente el Rig-veda, o Veda de las Alabanzas, reúne 1.017 himnos agrupados en diez ciclos o mandalas y que, de estilo ecléctico y equilibrado, desarrolla himnos, oraciones, exorcismos y fórmulas mágicas que preconizan la unión con lo divino a través de los dioses o devas, siendo el libro que  más claramente descubre las claves profundas del esotericismo Ario.

En el gran crisol de razas que fue la baja Mesopotamia, descubrimos a los sumerios luchando desesperadamente contra invasores asiáticos para defender sus ciudades de Ur, Uruck y Adab; luchas recogidas en la ‘Estela de los Buitres’ hacia el 2400 a.C.

Posteriormente el rey Sargón o Sharru Kin (rey legítimo) funda una nueva dinastía instaurando a su vez el imperio Acadio (2300 a.C.), al derrotar al rey de Uruck, Lugalzagesi, que había logrado conquistar anteriormente todo Sumer. Sargón continuó su campaña de expansión hacia Occidente conquistando las importantes ciudades de Mari y  Ebla llegando al Amanus y al Tauro así como al Mar Mediterráneo.

A continuación, y coincidiendo con la invasión en la India (1700 a.C.), se producen en Mesopotamia las mismas invasiones arias que alteraron todo el equilibrio Asirio-Babilónico, al crear los invasores el poderoso estado hurrita de Mitanni, cuya area de influencia llegaba desde el Mediterráneo a los montes Zagros.

También se tienen referencias por aquella época de la invasión de Palestina y el poderoso Egipto por los hicsos, también un pueblo indo-europeo venido de oriente, los cuales, ocuparon Egipto hacia el año 1580 a.C., si bien la dominación hicsa no fue entendida en Egipto como una opresión sino como una “ocupación pacífica” por un pueblo de “superior cultura”, esta sorprendente expresión la extraemos de los escritos de Manetón, sacerdote tolemaico del siglo III a.C.:

<< Por motivos que desconocemos la cólera de Dios descargó sobre nosotros, pues sorprendentemente unos extranjeros de procedencia oriental, invadieron nuestro país y lo conquistaron sin tomarse la molestia de desenvainar la espada. [Manetón; Ægyptiaca] >>

 

Vemos entonces como muchas culturas y civilizaciones avanzadas de la era del bronce se tambalean y caen bajo la enorme presión de una nueva raza, que avanza impetuosa, desde algún lugar indefinido en las estepas asiáticas hacia los núcleos culturales más importantes de la época, como ocurrió también en las grandes culturas asentadas en Afganistán y las riberas del Oxus.

En cuanto a la figura personal de Irshou, éste desaparece repudiado después del inmenso desastre de la deportación de todo su pueblo al exterior del planeta, pero no así su figura política de ‘caudillo’ o ‘cabeza de horda’, recordemos la significación sánscrita de la palabra ‘Irshou’ como ‘la cabeza de la serpiente humana’ o ‘el que va a la cabeza de una fila’.  Vemos así al espíritu de Irshou en la tenaz y fratricida búsqueda del retorno al Âgarttha, aún por la fuerza, que marcó poderosamente las vidas de  hombres terribles que en la superficie del planeta derribaron imperios y diezmaron generaciones enteras ahogando en sangre a millones de seres. Estos hombres crueles son conocidos por la historia como Alejandro Magno, Gengis Kan y Hitler.

   

 IshVa-Ra:    (IShOua-Ra) (ISHO)          

Ver también:       ShiVa; Mónada; Khum.     

Ishva-Ra es Rey y Señor de los Alhim, o fuerzas activas del universo, y aparece en la imaginería Hindú sentado sobre el Tigre que encarna a la fuerza del Verbo Creador representando a sí mismo las rayas del tigre a las ondas lumínico-energéticas y espacio-temporales que generan los mundos manifestados. Las aguas que rodean a la figura sedente son las Aguas del Espacio, el Khum, la Oscuridad Madre de todos los seres. El tridente representa el Triloka, el gobierno de los Tres Mundos, y la Serpiente de Sabiduría arrollada a su cuello, significa la Mente Cósmica que se enrosca sobre el tronco del  Asvattha, o Árbol de la Vida, fructificándolo. Por último el nudo  que forma su cabello en lo alto de su cabeza, del cual sale un arco iris, es una metáfora que está aludiendo a Nat (el nudo) y a Our (la luz viviente), que simbolizan la Nat-Our, la “Naturaleza” en la primera correspondencia de la Luz Inaccesible.

Si atendemos a las explicaciones del Marqués Saint-Yves D’Alveydre podemos constatar las profundas claves esotéricas que convergen en este ser:

<< IshVa, es el Rey y Señor de los ALHIM, el IShOua-Ra, Reino Celeste de la Potencia Crística, que a su vez es el SheMa de los SheMa-IM en la SheMaM o subida del MeShIaH sobre el trono y bajo la corona de gloria. ISHO, Cielo Divino, y el MATA-TRON o Matesis de Salvación, en el HâOuR, o tiempo celeste sin límites. [Saint-Yves D’Alveydre; El Arqueometro] >>

 

La figura de Ishvara se manifiesta en los Vedas en la forma de Avalokiteshvara o manifestación corpórea de Ishvara en la imagen de Krishna, como podemos observar en este pasaje del Bhagavad Gîtâ:

<< Contempla, ¡Oh Pârtha!, mi Forma centuplicada, mi Forma mil veces múltiple y de diversa especie, figura y color en todos sus divinos aspectos.

Contempla los Adityas, los Vasus, los Rudras, los dos Ashvines y los Marutes. Contempla esta multitud de maravillas que nadie admiró antes de ahora, ¡Oh Bharata!

 ¡Oh Rey! Hablado que así hubo Hari, el gran Señor poderosísimo, mostróse á Pârtha, transfigurado en la suprema Forma de Ishvara.

Con múltiples ojos y bocas, con infinidad de aspectos prodigiosos, con multitud de celestiales ornamentos, con sin número de armas divinas de incalculable precio. Ataviado con riquísimas ropas y collares, ungido con óleos de celestial fragancia, el infinito y omniprodigioso Dios de faz á todos lados vuelta. Refulgía de modo que si mil soles juntos brillaran en el firmamento, fuera su luz tan sólo penumbra de la esplendorosa gloria de aquel Mahâtmâ. [Annie Besant; Bhagavad Gîtâ] >>

 

Pero la figura de Ishvara se universaliza y se proyecta más allá de la tradición védica, manifestándose así mismo como el Osiris egipcio, el Ahura-Mazda de los zoroástricos y el Logos de los platónicos. Así Ishvara (señor de Isha) relaciona directamente a Ishvara con el fuego o llama espiritual, es decir, con la Mónada de cada ser y su Regente Avatar:

<< Ishvâra reside en todo ser mortal, y pone en movimiento, por sus poderes sobrenaturales, todas las cosas que suben la rueda del tiempo. Es el Creador y el Destructor, en verdad.

El Fuego primitivo se suponía que tenía un apetito insaciable para devorar. Máximo de Tiro cuenta que los antiguos persas arrojaban al fuego materia combustible, y gritaban:¡Devora, Oh Señor!

En el lenguaje irlandés, Easam, o Asam, significa hacer o cerrar. Aesar era también el nombre de uno de los antiguos dioses irlandeses; el significado literal de la palabra es "encender fuego"…     

Observamos entonces, cómo Ishvara es en realidad el Regente Avatar que reside en el punto más elevado de las formas autoconscientes y, por tanto, Rey de todas las fuerzas cósmicas manifestadas.

     

 

 

   

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Publicación: Septiembre 2004. Última modificación: 16 de Febrero 2013.