La figura de Çakya-Mouni está envuelta en la bruma
de la leyenda, y son muchas y variadas las que hablan de él, bajo muy
diversas figuras y épocas. Algunas se refieren a él como el mismísimo
Gautama Buddha (623 al 543 a.C.), pues éste era hijo del jefe de la clase
guerrera Sakya, de Kapilavastu. Buda nació con el nombre de Siddhartha,
pero después de su iluminación fue conocido también por el nombre de
Sakyamuni (sabio de los Sakyas).
Otros relacionan la figura de
Çakya-Mouni con el
fundador del lamaísmo, el mismo Padma
Sambhava, hacia el siglo VIII d.C.
y por fin una tercera vía lo relaciona con una de las altas jerarquías
Lamaístas, el Panchen Lama o incluso con el mismo Dalai Lama tibetano llamado el
Profundo. Pero conozcamos lo que narran un selecto grupo de historias a
este respecto…
Una
de estas historias la encontramos en
la obra póstuma del marqués Saint-Yves d’Alveydre, titulada “La Misión
de la India” publicada en París, en 1910, que hablaría al mundo de un
misterioso centro iniciático intraterreno de nombre Agarttha. Saint-Yves
d’Alveydre era la cabeza de un grupo masón y gnóstico muy activo
llamado Escuela Hermética de la Iglesia Gnóstica, de la cual también
formaba parte el doctor Encause,
conocido asimismo como Papus.
Hay
que diferenciar a dicha escuela gnóstico-masónica, conocida como 'Los
Martinistas' que preconizaba la Cábala y la Sinarquía Teocrática
(gobierno de los príncipes eclesiásticos), de los distintos grupos
rosacruces y francmasones
que pululaban por la Europa del XIX. En especial a los de la orden
francmasónica del Rito Egipcio, fundada en París en 1785 por el Conde de
Cagliostro,
que tan significativo y turbio papel jugó en la Revolución Francesa.
La llamada Rebelión de Çakya-Mouni en el
Agartha,
es una historia apasionante olvidada en nuestros anales históricos como
nos lo muestra el Marqués Saint-Yves D’Alveydre:
<< Para cualquier lector que sea capaz de leer
entre líneas, he dicho tantas cosas en La Misión de los Judíos, sobre
las Universidades antiguas y sobre las Escuelas jonias y dorias de las
Profetisas y de los Profetas, que no es necesario repetirlas aquí. Me
limito a confirmar de modo absoluto todo lo que he expuesto o dado a
entender sobre estos Misterios del Espíritu humano y de la Vida humana,
desde el Ciclo de Ram hasta los Templos de
Egipto, de Tracia y de Etruria,
desde el Sinaí hasta Belén y el Calvario.
Cuando el iniciado alcanza un determinado grado, que
liga su alma a la Unión divina, a la celeste Yogina, es conducido a un
panteón donde se le muestra una estatua, de la que él ha sido el molde
sin que lo haya sabido, y que ha sido fundida en una substancia mineral
artificial, como la de los obeliscos de Egipto, que con el paso del tiempo
va adquiriendo una dureza inalterable y entonces, a través de los miles
de ramificaciones que sustentan las bóvedas radiantes, puede ver
extenderse hasta el infinito una multitud de estatuas.
Su guía, tocado según la época en que estén, con
una u otra insignia zodiacal, le va murmurando en voz baja los nombres de
cada una de ellas. Todos los Epoptes de la humanidad están aquí, todos
sus bienhechores, todos sus reveladores, sin ninguna distinción de Culto
o de Raza. Aquí y allá, muy rara vez, se yergue, sobre una peana
mutilada, una forma quebrada; cuyos miembros o, cabeza cubren el suelo con
sus restos. Es un Epopte caído, que ha hecho daño a sus semejantes.
Ningún iniciado puede sacar del Agarttha los textos
originales de sus libros de estudio: están, como ya he dicho, gravados en
piedra en caracteres indescifrables para el vulgo. Sólo la memoria debe
conservar su imagen; esto es lo que hizo pronunciar a Platón esta
afirmación paradójica: ‘La Ciencia se perdió el día en que se publicó
un libro’.
En muchos casos, ni siquiera se llevan sus propios
manuscritos.
Esto explica por qué Çakya-Mouni al volver de una
excursión al exterior, en el siglo sexto de nuestra era, dio un grito
terrible, al no encontrar a su regreso los cuadernos de estudio que había
dejado en su celda.
Se sintió momentáneamente perdido. En vano corrió
al Templo central donde reside el Brâhatmah las puertas permanecieron
despiadadamente cerradas. En vano puso en marcha, durante una noche
entera, toda la Magia que la Ciencia le había enseñado: La Adivinación
del Sanctuario supremo lo había previsto todo, lo sabía todo. [ Saint-Yves D’Alveydre; La Misión de la India en Europa]
>>
<< Algún Brahmán indio y el Dalai Lama
tibetano, durante sus laboriosos retiros, se esfuerzan en las crestas
montañosas que ningún otro hombre ha pisado, y ellos han encontrado
inscripciones talladas en las rocas, huellas de pisadas en las nieves.
El Sakkia Mouni, encontró en una lápida de piedra
de la cima montañosa, inscripciones que él sólo entendió en su vejez,
y siguiendo sus indicaciones, penetró en el Reino de
Agharti, del cual
regresó trayendo sólo las migajas del sagrado aprendizaje, las pocas que
conservó en su memoria.Allí,
en palacios de maravilloso cristal, viven los gobernantes invisibles de
toda la gente piadosa, el Rey del Mundo o Brahytma que puede hablar con el
mismo Dios, y sus dos ayudantes, el Mahytma, que conoce los designios de
los eventos futuros, y el Mahynga, el cual rige las causas de esos
eventos…"[Ferdinand
Ossendowski; Beasts, Men and Gods] >>
No podemos dejar de mostrar en este apartado los
comentarios del profesor y gran orientalista Max Müller sobre la figura y
la época de Sakkia Mouni:
<< Dice Marco
Polo, el intrépido viajero del
siglo XIII: "Los naturales de Pashai son muy dados a la hechicería y
artes diabólicas." y su erudito editor, añade: "Este Pashai o
Udyana, era la comarca nativa de Padma
Sambhava, uno de los principales apóstoles
del lamaísmo, o sea, el budismo tibetano, peritísimo en el arte de
encantamiento. Las doctrinas de
Sakya, que en tiempos antiguos
prevalecieron en Udyana, se entreveraron vigorosamente de magia siváitica,
y los tibetanos consideran todavía aquella población como la tierra clásica
de la brujería y el hechizo.
Hiuen-Thsang dice de los habitantes del país: “Los
hombres son aficionados al estudio, aunque no lo prosigan con ardor. La
ciencia de las fórmulas mágicas ha llegado a ser para ellos una profesión”.
Además, en aquel siglo, apenas había penetrado el
budismo en el Tibet, y sus gentes habían caído en las hechicerías del
Bhon, o sea, la religión anterior al lamaísmo. El piadoso y valiente
Hiuen-Thsang, que cien veces arriesgó la vida para tener la dicha de
percibir la sombra de Buda en la gruta de Peshawur, debió acordarse del
mandato implícito en la respuesta que Gautama dio a su protector el rey
Prasenajit, quien le conjuraba a obrar milagros. "Gran rey"
-respondió Gautama-, "yo no enseño la Ley a mis discípulos diciéndoles:
sed santos a la vista de brahmanes y ciudadanos y con vuestros
sobrenaturales poderes obrad prodigios que hombre alguno pueda obrar; sino
que cuando les enseño la Ley, les digo: Vivid santamente, ocultad
vuestras buenas obras, y mostrad vuestros pecados".
Cuando Hiuen-Thsang quiso adorar
la sombra de Buda,
no recurrió a. "magos de profesión", sino al poder invocativo
de su propia alma; al poder de la plegaria, de la fe y de la contemplación.
Todo estaba lúgubremente oscuro en los alrededores de la cueva en donde
varias veces se había operado ya el prodigio. Hiuen-Thsang entró, empezó
sus devociones, y como llevara ya recitados cien laúdes sin ver ni oír
cosa alguna, creyó ser demasiado pecador y se desesperó con amargos
lamentos. Pero cuando ya estaba a punto de abandonar toda esperanza,
percibió en la pared oriental de la cueva una débil luz que se desvaneció
muy luego. Renovó entonces sus plegarias henchido ya de esperanza, y otra
vez vio brillar y desaparecer la luz, por lo que hizo voto solemne de no
salir de la gruta hasta ver la sombra del "Venerable de la
Edad".
Algún tiempo hubo de esperar para ello, porque sólo
al cabo de doscientas preces quedó la gruta repentinamente inundada de
luz, y la refulgente sombra de Buda apareció majestuosamente, como cuando
se desgarran de súbito las nubes, dejando ver la maravillosa imagen de la
'Montaña de Luz'. Rutilante y esplendorosa claridad iluminaba el divino
semblante.
Hiuen-Thsang añade en su diario Sec-yu-kee:
"Que sólo cuando el hombre ora con fe sincera y recibe de lo alto
indefinible emoción, es capaz de ver claramente la sombra, aunque no
pueda disfrutar por mucho rato de la visión." [Max
Müller,
Peregrinos Budistas] >>
<< Fueron los hijos de Noé salidos del arca
Sem, Cam y Jafet; Cam era el padre de Canán. Estos tres eran los hijos de
Noé y de ellos se pobló toda la tierra. [La Biblia; Génesis IX:
18-19] >>
Con la dispersión de los siete Manus, las razas
humanas Camitas y Semitas se dispersaron, manteniéndose las primeras en
las regiones Indo-Europeas y las segundas en las regiones Arábigo-Mesopotámicas
y Egipcio-Africanas. Siempre bajo la atenta mirada de los Manus
protectores de cada subraza y del control de la Isla Sagrada.
Los Nabateos, que fundaron la ciudad de Babilonia,
eran Camitas y constituyeron la primera experiencia de mezcla entre los
dos grandes grupos étnicos, al mezclarse con sus vecinos Semitas. Pero
bajo el reinado de Nimrod, y la Gran Confusión de la Torre maldita por
Dios, las grandes tribus se dispersaron de nuevo. Especialmente los
pueblos Camitas cayeron en la barbarie y huyeron de sus “Dioses” para
esconderse en las regiones más septentrionales, o aceptaron con resignación
a esos “Dioses” que los consideraban como a inferiores y los manejaban
y utilizaban sin la menor consideración.
Los Camitas en su huida hacia el Norte se tropezaron
con los últimos supervivientes de la Raza Atlante que se refugiaban medio
salvajes en las montañas del centro y norte Europeo y asiático. Una
interesante narración de estas luchas épicas se encuentraen las tradiciones y libros sagrados Iraníes:
<< Antes de la creación de Adán. Vivieron en la Tierra dos razas
sucesivas: Los Devs y los Peris (Izeds). Los Devs eran gigantes fuertes y
malvados, sin embargo, los Peris eran más pequeños de estatura pero más
sabios y bondadosos.
Gyan, llamado también Gyan ben-Gyan (o la Sabiduría hija de la Sabiduría),
fue Rey de los Peris. Tenía él un escudo tan famoso como el de Aquiles,
sólo que en lugar de servir contra un enemigo en la guerra, servía de
protección contra la magia siniestra, la brujería de los Devs.
Gyan ben-Gyan había reinado 2,000 años, cuando a
Iblis el
Demonio, le fue permitido por Dios derrotar a los Peris y
arrojarlos al otro extremo del mundo. Ni aún el escudo mágico, el cual
siendo construido con arreglo a los principios astrológicos, y que destruía
los hechizos y encantamientos, le permitió vencer a Iblis, que era un
agente del Destino.
Cuentan ellos diez Reyes en su última metrópolis llamada Khanoom, y el décimo
dicen que fue Kaimurath (idéntico al Adán Ario).
Los gigantes habitaban las Montañas de Kaf, que contienen una galería
construida por el gigante Argeak, en donde se guardan estatuas de los
hombres antiguos, en todas sus formas. Las llaman Sulimanes, o los sabios
reyes de oriente, y cuentan setenta y dos reyes de ese nombre. Siamek, el
hijo querido deKaimurath,
fue su primer rey, el cual fue asesinado por su gigantesco hermano. Su
padre desde entonces, hacía conservar un fuego eterno en la tumba que
contenía sus cenizas [Herbelot; Collection of Persian
Legends]
>>.
CaVi es el Dios poeta que todo hombre posee en su núcleo
de gloria, el ser supremo creando por la potencia del Verbo interior, el
Yo-Soy. En este sentido, el Marqués Saint-Yves D’Alveydre, nos desvela este secreto
interior:
<< IHOH, Yo-la-Vida, Yo-Soy es el
CaVi, el
Creador por su Verbo, el Dios Poeta, el inspirador celeste o MAeTATRON, el
ISHO, Cielo Divino, y el MATA-TRON o Matesis de Salvación, en el HâOuR,
o tiempo celeste sin límites. [Saint-Yves D’Alveydre; El
Arqueometro] >>
CaVi
es pues la Poderosa Presencia Yo-Soy que alienta permanentemente a los
hombres y los reconduce pacientemente hacia la luz. En este punto debemos
oír los profundos pensamientos del Conde de Saint
Germain:
<<
Yo Soy la Poderosa Presencia, que nunca se torna impaciente o se siente
desalentada por los largos períodos en los cuales los hijos de la Tierra
le dan la espalda a la Luz para disfrutar de las actividades sensoriales,
hasta que un día se les hacen tan repelentes y casi con el último
aliento gritan: ¡Oh, Dios, Sálvame! [Saint Germain; El Libro de Oro
de Saint Germain] >>
La
función de los Chaitans o
Devas, es la de construir y destruir imágenes,
formas y estructuras, permitiendo de ese modo que se exterioricen los
patrones arquetípicos de las energías creativas que los Siete Rayos cósmicos
esparcen por el universo, en hebreo ellos son representados como los
Querubim (kerubim),
los administradores
del fuego astral cuya numeración corresponde a Chokmah, la Sabiduría.
La jerarquía de Chaitans o devas menores (elementales de la naturaleza),
trabajan plasmando los moldes etéricos de la forma; construyendo así lo
que es invisible en el plano de manifestación designado a través de un
conjunto energético, los símbolos y los arquetipos correspondientes.
Existe una jerarquía superior de Chaitans
denominados Los Cuatro Chaitans Zodiacales, son las cuatro Criaturas
Vivientes, o Cuatro Elementos también llamados los
‘Leones de Fuego’ y los ‘Leones de Vida’, ellos también son
representados como las Cuatro Guardianas de la Puerta. En la teogonía
hebrea están representados como las Cuatro Ruedas Celestiales que
simbolizan los Auphanim u Ophanim.
Los ‘Animales Sagrados’ se encuentran tanto en la
Biblia como en la Kabalah, y tienen su significación en la página de los
orígenes de la Vida del Sepher Jetzirah. En el se dice que:
‘Dios grabó en el Santo Cuatro el Trono de su Gloria, los Auphanim (las
Ruedas o Esferas-Mundos), los Seraphim y los Animales Sagrados, como el
Aire, el Agua y el Fuego o el Éter, con ellos formó su habitación…’
<< Uno: El Espíritu del Dios vivo... que vive
en las eternidades, La Voz y el Espíritu y el Verbo; y éste es el Espíritu
Santo... Dos: el Aire salido del Espíritu... Él dibujó y esculpió con
ello veintidós letras de fundación, tres madres, siete dobles y doce
sencillas, y un Espíritu salido de ellas. Tres: el Agua salida del Espíritu;
Él dibujó y esculpió con ellas lo estéril y lo vacío; el lodo y la
tierra. Él las dibujó como un lecho de flores, las esculpió como un
muro, y las cubrió como un pavimento. Cuatro: el Fuego salido del Agua.
Él dibujó y esculpió con ello el trono de gloria, y las Ruedas, y los Seraphim, y los santos animales como ángeles ministros; y de los tres, Él
fundó su vivienda como se ha dicho, El hace sus ángeles espíritus, y
sus sirvientes llamas de
fuego. [Sepher Jetzirah; Secciones IX y X]
>>
Los Chakras son las ‘ruedas’ o núcleos donde se
concentran los centros de consciencia que unen al cuerpo etérico-físico
con el mental-espiritual. Éste conjunto de núcleos es pues el “Árbol
del Conocimiento”, de las ancestrales tradiciones. El circuito de los
Chakras,consta de siete
focos de fuerza y consciencia activos en el cuerpo etérico del hombre de
superficie, mas los dos supraluminares sobre su cabeza. Los siete núcleos
etéricos están compuestos por tres centros superiores unidos a la
Mónada,
un centro de interrelación en el plexo solar por medio del cual se
expresael alma, y tres núcleos
inferiores, conectados con los patrones vibratorios más groseros que
controlan el cuerpo etérico-físico.
Según la tradición
Tibetana, China e Hindú, éstos centros eran
denominados Lotos o
Ruedas, y se situaban agrupados, seis directamente
sobre la espina dorsal y el séptimo directamente en el centro del
cerebro. Sus nombres y funciones han quedado reflejados en la tradición
milenaria Tibetana como sigue: el Sahasrara Chakra o Loto de los mil Pétalos
está situado en la coronilla de la cabeza y es el centro más cercano a
lo espiritual. El Ajna Chakra es el segundo centro cerebral que controla
la comunicación con el alma. El tercero el Visudha, que controla la función
de la palabra. El cuarto, o centro solar es el Anahata Chakra, que
controla el tacto. El quinto, es el Manipura Chakra o del Principio del
Fuego. El sexto es el que representa al Principio del Agua o Swadhishthana
Chakra. Y por último el Mûladhâra Chakra, el que surge del Principio de
la Tierra, y es el que rige a la fuerza gobernante o vital de los seres
humanos, la “Kundalini”.
En otras culturas, los nombres de estos centros han variado, siendo sus
funciones más o menos ocultas o veladas a los profanos.
Según la Kabalah, el Universo y el Hombre están compuestos por un
cuerpo, un alma y un espíritu, y en esos tres niveles se definen los diez
Centros, Números o Nombres, llamados Sefirot, y que expresan los
atributos de Dios.
Los Sefirot
cabalísticos, circunscritos a los tres
grupos mayores, definen a laHebdómada
Sagrada de los Siete Chakras tibetanos con las siguientes designaciones:
Kether o Corona, que corresponde con el ‘Loto de los mil Pétalos’
tibetano o primer Chakra, y constituye el núcleo andrógino energético más
elevado. El segundo Chakra esta compuesto por dos Sefirot,Chokmah o Sabiduría que posee un signo positivo y Binah o
Inteligencia, de signo negativo; el tercer Chakra esta representado por
otro binario, Chesed o Misericordia y Geburah o Rigor, éste último de
signo negativo; el cuarto Chakra esta compuesto por un único Sefirot,
Tipheret o Belleza; el quinto Chakra lo componen Netzah o Victoria y Hod u
Honor; el sexto Chakra es Yesod o Fundamento y el último es Malkuth o
Reino, que representa al ‘Mûladhâra Chakra’ tibetano.
Los siete Chakras tradicionales están siendo
migrados a los tres centros actuales más los dos supraluminares, que en
el nuevo ciclo planetario y solar que acaba de comenzar serán los núcleos
activos del nuevo ser:
los centros superiores Pineal, Ajna y Tiroides tradicionales se trasfieren
hoy hacia el Centro Cerebral Derecho; y los centros inferiores, el Plexo
Solar, el Centro Sacro y el de la base de la columna se diluyen en el
Plexo Cósmico; mientras que el Timo se mantiene reforzado y aumentando su
potencia en el nuevo Centro Cardiaco. La Tercera Iniciación posibilitaba,
el desarrollo de los centros energéticos anteriormente despertados, los
cuales en orden ascendente son: Plexo Cósmico, Centro Cardíaco, Centro
Cerebral y Segundo Centro Supraluminar.
El despertar del Primer Centro Supraluminarcomienza a refulgir en esa iniciación como instrumento principal
de unión con la Mónada. La estructura sutil del cuerpo evolutivo humano,
está actualmente evolucionando de acuerdo con las leyes superiores, desde
el circuito energético de la Quinta Raza al de la Sexta Raza, es decir,
desde el circuito de núcleos energéticos regidos por la ley del karma y
del libre albedrío conocido como los
Chakras,al de los centros del consciente derecho regidos por las leyes de
la evolución superior.
El Caos o Chaos es el estado amorfo e indefinido
anterior a la constitución del cosmos. Todas las culturas antiguas hablan
de una forma u otra de esa gran Madre o Aguas de la Oscuridad.
Los antiguos Egipcios daban gran importancia al Caos
(Nun), y a la fuerza creadora asociada a él: Theos (Tum), en El Libro
de los Muertos mencionado por Gastón Maspero se ve a
Osiris diciendo:
<< Tum es la fuerza creadora de la naturaleza
que da forma a todos los seres, espíritus y hombres. Él fue generado por
sí mismo y por sí mismo existe. Salido de Nun, el río celestial,
llamado la Madre-Padre de los Dioses, la deidad primordial que representa
al Caos. Él encontró a Shu, la fuerza solar, en la escalera de la Ciudad
de los Ocho, y aniquiló los principios malos de Nun; Él es el Fuego y el
Agua, creando a los Dioses de sus miembros. Él es la Ley de la existencia
y del Ser, el Bennu, (Ave
Fénix) el Ave de la Resurrección en la
Eternidad, en quién la Noche sigue al Día y el Día a la Noche. El
‘Viajero que cruza por millones de Años’ es el nombre de uno; y las
‘Grandes Verdes’ es el nombre de otro: uno produciendo millones de años
en sucesión y el otro absorbiéndolos para devolverlos. Él habla de los
Siete Luminosos que siguen a su señor, Osiris, que confiere la justicia
en Amenti.[G. Maspero; El Libro de los
Muertos]>>
De la misma forma, los griegos profundizan aún más
en la teogonía de Chaos,
Theos, o Kosmos. Así podemos escuchar a Hesíodoto
diciendo:
<< De todas las cosas, el Caos fue la primera
producida. [Tomas Taylor; Parménides de Platón] >>
Así el Caos fue incluso anterior al Fuego Divino o
Theos obteniéndose, con la unión de ambos, el Kosmos radiante, tal y
como lo conocemos hoy.
<< El Caos obteniendo sentido por esta unión
con el Espíritu, resplandece de placer; y así fue producido el
Protogonos (la Luz primigenia). [Hermas;
Ancient Fragments of Cory] >>
Aunque de nuevo fueron los hindúes los que
desarrollaron más ampliamente esta doctrina, creando las más bellas
alegorías para expresar esa idea:
<< En el principio sólo existía la oscuridad
(Tamas). Estaba en lo Supremo y, movida por lo Supremo, se vuelve
desigual. Así se vuelve oscuridad (ragas). Entonces esta oscuridad,
siendo movida, se diversifica. Así se vuelve bondad (sattva).
Entonces esta bondad, siendo movida, hace fluir la esencia. Esto es esa
parte (o estado de Ser) que es completamente inteligente, reflejada en el
hombre (como el sol está en diferentes vasijas de agua) conociendo el
cuerpo (kshetragña), confirmado por su imaginación, deseando y creyendo
que es Pragapati, llamado Visva. [A.
Duperron; los Upanishads]
>>