Los
sabios Bagwandas o maestros Gûrû son los destinados para ejercer la
regencia de las Escuelasy
los Sagrados Colegios del
Agarttha, siendo así mismo, el núcleo central o Regente de todas las ciencias y artes del
mundo subterráneo. Ellos son llamados también Cardinales, pues su
jerarquía se distribuye según características astrológicas dividiéndose
en trescientos sesenta y cinco Bagwandas, entre los cuales se incluyen el
misterioso grupo Zodiacal de los doce Bagwandas mayores.
<< Después de los Pundits, vienen, repartidos
en hemiciclos, cada vez más pequeños, las circunscripciones solares de
las trescientas sesenta y cinco Bagwandas, cardinales.
El círculo más elevado y más cercano al centro
misterioso se compone de doce miembros. Estos últimos representan la
Iniciación suprema, y corresponden, entre otras cosas, a la Zona
Zodiacal.
En la celebración de sus Misterios
Mágicos, llevan
los jeroglíficos de los signos del Zodíaco, al igual que ciertas letras
hieráticas, que aparecen en toda la ornamentación de los templos y de
los objetos sagrados.
Cada uno de estos Bagwandas o gurús supremos, lleva
siete nombres, hierogramas o ‘mentrams’ de los siete Poderes celestes,
terrestres e infernales.
Sólo revelaré aquí uno de los objetos de toda esta
eficacia. Las bibliotecas que encierran el verdadero cuerpo de todas las
artes y de todas las ciencias antiguas desde hace quinientos cincuenta y
seis siglos, son inaccesibles a toda mirada profana y a todo atentado.
Sólo se encuentran en las
entrañas de la tierra. Las que se refieren al Ciclo de Ram, ocupan parte del
subsuelo del antiguo Imperio del Carnero y sus colonias.
Las bibliotecas de los Ciclos anteriores se
encuentran incluso bajo los mares que han recubierto el antiguo Continente
austral, y las construcciones subterráneas de la antigua América
antediluviana.
Lo que voy a contar aquí y más adelante parecerá
un cuento de Las mil y una noches, y, sin embargo, nada hay más real.
Los verdaderos archivos universitarios de
la Paradesa
ocupan miles de kilómetros. Desde ciclos de siglos, cada año, tan sólo
algunos de los iniciados de alto grado y que sólo poseen el secreto de
algunas de las regiones, saben el auténtico objetivo de ciertos trabajos,
y están obligados a pasar tres años grabando en tablillas de piedra, con
caracteres desconocidos, todos los hechos que interesan a las cuatro
jerarquías de las ciencias que constituyen el cuerpo total del
Conocimiento.
Cada uno de estos sabios realiza su trabajo en la
soledad, lejos de toda luz invisible, bajo las
ciudades, bajo los
desiertos, bajo las llanuras y las montañas.
Que el lector intente imaginar un colosal tablero de
ajedrez extendiéndose bajo tierra a casi todas las regiones del Planeta.
En cada una de las casillas se encuentran los
acontecimientos importantes de los años terrestres de la Humanidad, en
algunas casillas las enciclopedias seculares y milenarias, en otras por
fin, las de los Yougs menores y mayores. [Saint-Yves
D’Alveydre; La Misión de la India en Europa] >>
La Paradesa, Âgarttha, la 'Isla Blanca', la
Ciudad,
el Centro Planetario Mayor durante el ciclo de Ram, era la sede del
Santuario Central, el cual, estaba habitado por el Brâhatmah. La cúpula
de la Paradesa estaba formada por el Mahatma, el Mahanga y por fin, en su
cúspide, el Brâhatmah.
La narración de Ferdinand Ossendowski nos dice lo
siguiente:
<< El Reino de Agharti, en el cual, en palacios de maravilloso
cristal, viven los gobernantes invisibles de toda la gente piadosa, el Rey
del Mundo o Brahytma que puede hablar con el mismo Dios, y sus dos
ayudantes, el Mahytma, que conoce los designios de los eventos futuros, y
el Mahynga, el cual rige las causas de esos eventos. [Ferdinand
Ossendowski; Beasts, Men and Gods] >>
El espíritu guía de esa humanidad
intraterrena, es
el Brâhatmah, o Rey del Mundo. Él es en realidad el Manu Planetario, y
Regente en funciones a la caída de Ahriman, el Príncipe Planetario
Terrestre, que perdió todas sus funciones directivas de los distintos
reinos habitantes de éste planeta. El Brâhatmah, es pues el único
representante del Logoi Planetario, a la vez que encarnación suya ante el
mundo manifestado. El Brâhatmah, es también conocido en las antiguas
culturas de superficie como el Melki-Tsedek, el Rey de Paz y de Justicia
que reina en la ciudad de Salem, y del cual se habla en la Biblia, el
libro sagrado cristiano, en los siguientes términos:
<< Y Melki-Tsedek, rey de
Salem, hizo traer el pan y el vino; y era
sacerdote del Dios Altísimo (Eliom o Eloi)y bendijo a Abraham, diciendo:‘Bendito sea Abraham del Dios Altísimo, poseedor de los cielos y
de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo que te ha entregado a tus
enemigos en tu mano’. Y Abraham le dio el diezmo de todo lo que había
tomado. [La Biblia; Génesis 14:18-21] >>
La figura del Rey del Mundo en sus distintas
representaciones aparece en todas las culturas antiguas, desde las
escrituras Mazdeinitas y la
Kabalah, hasta los Vedas y los Purânas hindúes
pasando por las leyendas Norse escandinavas. Así se habla en todas, de:
‘Los siete hombres primitivos de color, creados por la Naturaleza del
Hombre Celeste’.
Pero, según reza en las tradiciones seculares de la cultura
Caldea: ‘Al
“casarse” entre si los Hierofantes de la “Isla” y los
descendientes de Noé el Atlante, resultaron ser una raza mezclada de
hombres buenos y perversos, de los cuales, surgieron de un lado grandes
Hierofantes o Guías de la Humanidad y del otro lado los oscuros
Nigromantes’. Melki-Tsedek, el Rey del
Mundo, aparece constantemente reflejado en los
escritos Esenios de la comunidad de
Qumrán, que han sido transmitidos a
la humanidad actual, como un regalo inapreciable de los tiempos pasados a
los presentes. Una herencia inconsciente, que aún perdura en la liturgia
de la misa católica, cuando se pronuncia:
<< ...etquod Tibi
obtulit summus sacerdos Melchisedech [Missale Romanum, Canon I]
>>.
Los brahmanes, los sabios de la antigüedad o
Dvijas,
dicen descender de los Brahmaputras, los misteriosos Hijos de Dios; por
eso, los actualesbrahmanes
afirman proceder de la boca de Brahmâ, mientras que las otras castas
descienden de partes “menos nobles”. Esta paradójica situación, en
la que un hombre supuestamente “puro” mantiene sus derechos a costa de una
injusticia hereditaria creada en el interior de una casta social que no presta el menor valor a los méritos de
cada uno, es una consecuencia más de la degeneración de los mensajes
sagrados por parte de las castas sacerdotales que siempre los han
utilizado en su propio beneficio. Pero eso no nos debe impedir apreciar el
auténtico valor de la verdad contenida en las enseñanzas de los
Vedas.
Los Rishis y Brahmanes Indios consideraban al mundo
fenoménico únicamente como una ilusión o mundo de engaño, donde todo
lo que se perciben son las imágenes del mundo real reflejadas en
Maya,
con lo cual, lo que se presenta a los sentidos exteriores carece de interés
por ser únicamente sombras de la realidad mayor, y la atención debe
concentrarse entonces únicamente en la propia interioridad donde la auténtica
realidad habita.
Zarathushtra, por el contrario, consideraba el mundo de la realidad
exterior al ser humano, como la manifestación y la vestidura exterior de
la existencia divino-espiritual, con lo que la ilusión exterior de Maya,
es sólo un velo que cubre la vida espiritual y a la que hay que estudiar
detenidamente para desentrañar las claves con las que Ahura Mazda teje
con hilos de luz la frontera de los mundos. Las diferencias en las
doctrinas filosóficas arias en aquellas primeras épocas, ahondaron
diferencias y elevaron muros que separaron de forma definitiva a los dos más
hermosos troncos de la cultura Aria.
La Energía Brill y la Energía
Prâna, que componen
la eterna energía Ono-Zone son expresión del Primer Logos Mayor. La
energía Brill es una energía armónica con las estrictas leyes que rigen
a los Siete Hijos de Fohat, o siete niveles de vibración energética de
la materia manifestada, que van desde la rudimentaria electricidad química
hasta la energía radiante pasando por el sonido y la
luz. Sus niveles son
comprendidos como vibraciones moleculares, inter-moleculares, atómicas,
inter-atómicas, etéricas, inter-etéricas y un último nivel de radiación
que marca el inicio de un nuevo ciclo y al que se denomina comovibraciones dimensionales.
Pero oigamos la explicación que nos da Trigueirinho
Neto acerca de este concepto:
<< La energía Brill es la irradiación
específica de la energía Ono-Zone. Adopta cualidades diferentes en cada
cuerpo celeste en el que se manifiesta; es llamada la ‘luz de la Luz’
y, en la superficie de la Tierra, será más conocida después de la
purificación global, pues toda la vida planetaria entrará en un estado
vibratorio más sutil. Brill tiene cualidades curativas importantes,
muchas de ellas ya fueron reveladas en mundos evolucionados donde cumple múltiples
funciones, entre las cuales se encuentra la de iluminar ciudades
intraterrenas. [José Trigueirinho Neto; Léxico
Esotérico]
>>
Helena Petrovna Blavatsky con su profunda cognición
nos abre la mente a nuevos, y a la vez antiguos, conocimientos ocultos:
<< Nosotros decimos y sostenemos que el Sonido,
por ejemplo, es un poder oculto tremendo; una fuerza estupenda, cuya
potencialidad más pequeña, cuando se dirige con conocimiento de lo
Oculto, no podría ser contrarrestada por la electricidad que engendrasen
un millón de Niágaras. Podría producirse un sonido de tal naturaleza,
que elevase en el aire la pirámide de
Cheops, o que hiciese revivir y
comunicase nuevo vigor y energía a un moribundo, y hasta a un hombre que
hubiese exhalado su último aliento.
Porque el sonido engendra, o más bien, congrega a
los elementos que producen un Ozono, cuya fabricación traspasa las
facultades de la Química, si bien está dentro de la esfera de la Alquimia, Puede él hasta resucitar a un hombre o a un animal cuyo
"cuerpo vital" astral no haya sido separado de modo irreparable
de su cuerpo físico, por la ruptura del cordón ódico o
magnético.
Y si todo esto parece demasiado anticientífico,
hasta para reparar en ello, que explique la Ciencia a qué leyes mecánicas
y físicas de las por ella conocidas se deben los recientes fenómenos
producidos por el llamado motor
Keely. ¿Qué es lo que actúa como
formidable generador de fuerza
invisible, pero tremenda, de esa potencia,
no sólo capaz de arrastrar una máquina de 25 caballos, sino que hasta ha
sido utilizada para levantar en alto el conjunto de la maquinaria? Y, sin
embargo, todo esto se ha verificado con sólo pasar un arco de violín por
un diapasón, según se ha probado repetidas veces. Porque la Fuerza Etérea
descubierta por John Worrell
Keely, de Filadelfia, bien conocido en América
y en Europa, no es una alucinación.
No obstante haber fracasado en sus esfuerzos para
utilizarla -fracaso pronosticado y sostenido desde un principio por
algunos ocultistas-, los fenómenos presentados por el descubridor durante
estos últimos años han sido maravillosos, casi milagrosos, no en el
sentido de lo sobrenatural, sino en el de lo sobrehumano. Si se hubiese
permitido a Keely salir airoso, él habría podido reducir a átomos todo
un ejército en el espacio de algunos segundos, tan fácilmente como
redujo un buey muerto a aquel estado.
Si se pregunta por qué no le fue permitido a
mister
Keely pasar de cierto límite, la contestación es fácil: ello fue porque
lo que ha descubierto de un modo inconsciente, es la terrible Fuerza
sideral conocida por los Atlantes, y por ellos llamada Mash-mak, a la cual
designan los Rishis arios en su Astra Vidyâ por un nombre que no queremos
dar a conocer. Es el Vril de la Raza Futura de Bulwer
Lytton, y de las
futuras Razas de nuestra humanidad.
El nombre Vril puede ser una ficción; pero la fuerza
misma es un hecho, del "que se duda tan poco en la India como de la
existencia de los Rishis, puesto que se halla mencionada en todos los
libros secretos.
Esta
Fuerza
vibratoria,
es la que dirigida contra un ejército desde un Agni-ratha, colocado en
una nave voladora, o globo, según las instrucciones encontradas en el
Astra Vidyâ, reducirá a cenizas a 100,000 hombres y sus elefantes, con
la misma facilidad que si se tratase de una rata muerta. En el Vishnu
Purâna,
en el Ramayana y otras obras, se alegoriza esta fuerza en la fábula sobre
el sabio Kapila, cuya “mirada convirtió en una montaña de cenizas a
los 60,000 hijos del Rey Sagara”; y está explicada en las Obras Esotéricas,
y se alude a ella en el nombre de Kapilâksha, el Ojo de Kapila. [
H. P. Blavatsky, La Doctrina Secreta Vol. II ]
>>
En el quinto siglo antes de Jesucristo, un ser
llamado Gautama Buddha reunía entorno suyo en la India a un grupo de discípulos
y les hablaba con estas palabras en su sermón de Benarés:
<< Ésta es la Noble Verdad respecto al origen del sufrimiento. Es
el deseo vehemente el que causa la renovación de las trasformaciones... [Buddha;
La Doctrina del Corazón] >>
Ésta era la gran enseñanza que emanaba de la boca
de Buddha:
<< La vida es sufrimiento y el hombre debe de buscar los medios para
liberarse del mismo y llegar a ser partícipe del Nirvana. El hombre en el
curso de sus encarnaciones está sujeto al deseo de reencarnaciones
continuas, pero en contraposición, la única meta digna de esfuerzo es la
de liberarse precisamente del deseo de esas reencarnaciones continuas,
para penetrar en el estado existencial en el que el alma ya no siente el
impulso de utilizar un cuerpo físico para unirse a la existencia fenoménica
y sensorial. Si no que por el contrario, el de permanecer unida a los
planos espirituales superiores o Nirvana. El hombre debe de buscar pues,
la perfección del propio ser a través de la independencia de la
existencia física, con el fin de unirse a todo lo que le liga al origen
de su propio ser divino espiritual. [Buddha;
La Doctrina del Corazón ] >>
Buddha parangonaba las enseñanzas de Krishna, sobre los Asuras y humanos
pervertidos que practicaban rigurosas penitencias con el único fin de
potenciar su oscuro Ego. Como dijo Krishna:
<< Los hombres que practican rigurosas austeridades, no ordenadas
por la Escritura, y, sin embargo, están poseídos de egoísmo y vanidad,
dejándose empujar por la violencia de sus pasionales deseos, y
atormentando insensatamente el conjunto de elementos constitutivos de su
cuerpo; tales hombres, tienen propensiones demoníacas. [Valmiki; El
Ramayana] >>
Pero aún quedaba un último gran representante de la Luz dispuesto a
entregarse al mundo de los hombres. Este excelso personaje, es el Buddha
de Compasión. El Maitreya Buddha, el gran desconocido entre los suyos,
aquél que no fue reconocido ni aún por sus correligionarios, los propios
budistas.
A semejanza de lo que ocurriera con el mismo Gautama
Buddha, quién no fue aceptado por los brahmanes, porque sus palabras y
hechos vulneraban la milenaria fe custodiada por éstos y su ventajosa
sociedad, basada en las castas y privilegios de unos pocos sobre la
inmensa mayoría. Mahatma
Gandhi, tampoco fue identificado como el
esperado Buddha de Compasión por los suyos.
Mahatma Gandhi, el Alma del Mundo, es la flamante encarnación del Rey del
Mundo que se muestra ante los hombres como El Rey Mendigo, el Ser Creador,
que vive entre sus criaturas como la más humilde de ellas, el que sigue
los pasos de Mihael el Poderoso, y el que como Cristo sale a los caminos
portando únicamente la Verdad y el
Amor. Él es el Maitreya
Buddha, el
Caballo Blanco, encarnación de Vishnú que vendrá de Shamballah.
Gandhi fue ignorado por los propios budistas, pues
sus actos “políticos” no concordaban con el prototipo esperado en sus
tradiciones para la figura delBuddha
de Compasión. Ellos no le reconocieron del mismo modo que los brahmanes
no habían aceptado con anterioridad a Gautama Buddha, pues al vulnerar la
milenaria fe de los propios brahmanes, éstos consideraron a Gautama como
“el mal aspecto de Vishnú”.
Otro tanto ocurrió con Cristo, cuando los rabíes
dijeron de Jesús, que él era Nebo, el falso Mesías, el destructor de la
antigua religión judía ortodoxa. Los grandes seres que encarnan para
guiar a la humanidad, deben rompen las viejas estructuras anquilosadas y
desvitalizadas por los milenios de vicios e imperfecciones que han sido
acumulados en las antiguas religiones. El auténtico mensaje queda así
cristalizado y desvirtuado por las castas sacerdotales que pretenden
detentar el uso de la “verdad”.
De forma constante las sociedades humanas que fueron iluminadas en su día
por los siempre nuevos mensajes de las diferentes consciencias estelares
en servicio, tendieron a cristalizar y dogmatizar dichos mensajes mediante
el uso discriminado de los mismos por parte de una pequeña elite. La
misma que secuencialmente rechazó las enseñanzas de los maestros que
aparecían con posterioridad, tratando de enderezar los desvíos
constantesde la veleidosa
raza humana de superficie.
Pero las grandes figuras enviadas a este planeta con
la misión de adaptar las nuevas enseñanzas, necesarias para acomodar la
evolución humana con la cósmica, fueron siempre proyecciones microcósmicas
de la Gran
Luz. La humanidad, ciega y muda ante la Luz y el Amor, recoge
esta sagrada enseñanza en sus más antiguas tradiciones y, aún así, es
incapaz de comprenderla.
La Gran Luz es la Faz de Dios, la misma a la que se
refiere la Biblia cuando Dios le dice a Moisés: ‘Mi Faz irá delante de
ti’. El mismo Ángel de la Faz es hoy para los cristianos el Arcángel
Miguel,del cual Cristo es su
Feruer oFaz Manifestada. Los
cabalistas llaman a este ángel, El-Shaddai; los hindúes Vajradhara y los
tibetanos Dorjechang.
Él es el gran instructor del mundo, aquél que
renueva permanentemente su compromiso con los más necesitados, la Sabiduría
Divina, el ser sin rostro que muestra en cada nueva efusión una siempre
renovada faz. En esta ocasión, la nueva encarnación de la Gran Luz fue
Mahatma Gandhi, el Feruer de Oeaohoo, el Más Joven, la Nueva Vida que se
convierte en el germen de todas las cosas. Él es, además, el Brâhatmah,
el representante vivo del Logoi terrestre. El ser que desde el Trono del
Mundo, desciende hacia las profundidades de su propia creación. El hijo
de Adonai el Regente Planetario Solar.
Mahatma, el Alma del Mundo, la tercera faz del Melki-Tsedek, comoRey del Mundo es el Supremo Sacerdote de Anu, el Uno,y de su Hijo Mihael. Desde el trono delBrâhatmah, el Ser de Compasión, observaba con infinito dolor como
la humanidad de superficie iba a la deriva moral y espiritual; controlada
y manipulada, con poder casi absoluto, por las fuerzas recalcitrantes e
involucionarias que durante millones de años se habían asegurado el
poder fáctico en la superficie.
El Gran Ciclo Evolutivo se acercaba a pasos agigantados a éste planeta yla humanidad de superficie se hallaba fuera de rumbo. Incluso el
propio planeta estaba siendo amenazado por ella en su ciega locura.
Entonces, el Buddha de Compasión asumió la suprema tarea; y siguiendo
los pasos del Hijo Creador se dispuso a encarnar en esa humanidad
doliente, con el fin de iluminar sus pasos en el duro suelo de la realidad
material. Y así nació, de la leyenda del Rey Mendigo, el Mahatma, el
Buddha de Compasión; para enseñar con su ejemplo y en su propio mundo el
camino de la Verdad…
Baal
es la imagen tradicionalmente opuesta al Jehovah hebreo, y aparece en la
tradición semita como el ‘enemigo’ el adversario de Jehovah, casi del
mismo modo que en Egipto, Atón, el espíritu del Sol, es situado en
contra del culto ofita de Amón-Jehová. Así el antiguo testamento está
lleno de referencias a los dioses “enemigos” de Jehovah como el dios
de Madián (Mazda o Ahura Mazda):
<< Yavé nos hizo subir y ahora Yavé nos ha
abandonado y nos ha puesto en manos de Madián. [La Biblia; Jueces VI:13]
>>
Baal era también llamado Adon o Adomin por los
semitas y Adonis por los griegos, nótese la similitud con Adonai, el
cual,
según reza en el Codex Nazareus: "No debes rendir culto al
Sol, que es llamado Adonai, cuyo nombre es también Kadush y El-El",
y también "Señor Baco". El Baal-Adonis de los Sôds, o
Misterios de los judíos prebabilónicos; se convirtió en el Adonai por
la Massorah, el Jehovah posterior con vocales, el Yacchus.
Según nos cuenta el Marqués Saint-Yves D’Alveydre,
entendemos a BWâL como el espíritu que habita en el Sol, y también como
el libertador del yugo de la Materia:
<< BWâL, El Sol que es el RASh (marido), de la
Luna o AïShaH, así el MeShIaH es el RASh del Ha-Kahalah, el estado
social, y a su vez el MOShIWo, el liberador del yugo de la materia, que se
situará por encima del HaGO o estado administrativo. [Saint-Yves D’Alveydre; El Arqueometro] >>