AMaTh es el Sello del Dios
Viviente, la realidad viva de donde procede la Verdad, por eso la Verdad
avanzasobre la cabezade Krishna cuando él pronuncia su nombre.
Pero dejemos
nuevamente que sea el Marqués Saint-Yves D’Alveydre, quien inflame
nuestros corazones con el hálito de la Verdad viviente:
<< Jesús habla a la vez como Verbo
Creador,
Inspirador de toda Revelación pasada y futura, y como Verbo Encarnado antes
de volver a ascender a la Gloria de donde ha descendido, cuando dice:
"Yo soy la AMaTh", la Verdad viviente de donde procede toda verdad.
AMaTh, en efecto, encierra:
1° ThaMA, el Milagro de la Vida, su Manifestación en la
Existencia universal;
2º AThMa, la existencia infinita de la Esencia absoluta,
el Alma de las almas: ATh;
3º MaThA, Mata, la Razón suprema de todas las razones
verdaderas, la Incidencia de todas las Reflexiones, la Legislación de todas
las leyes, la Eudoxia de todas las doctrinas.
Al hablar así, el Señor expresa, no solamente toda la
tradición sacra revelada por él a los Patriarcas, no solamente la Thorah de
Moisés que los resume, sino su propia Thorah directa, la del doble Universo,
y de la doble Humanidad.
San Juan, ha consignado la Matesis antigua y el Principio
de las tres Síntesis en el comienzo de su Evangelio. Es imposible, leyendo
este libro y el Apocalipsis, con un espíritu religioso y científico al mismo
tiempo, no ver que son del mismo autor. Expresan los mismos Misterios, de la
misma manera hierática, y en particular la AMaTh que nos ocupa aquí.
"Vi un Ángel ascender del Oriente con el Sello del
Dios-Viviente." (Apocalipsis, VII, 2). Profetiza que la Matesis
de la AMaTh, inseparable en Jesús, pero, en apariencia, desunida en la
Humanidad religiosa, científica, universitaria y social, será reconstituida
entre el Oriente y el Occidente. Eco de Daniel a través de Esdras, en lo que
concierne a ciertas tradiciones y claves de los Misterios, el Talmud dice:
"El Sello del Dios viviente es AMaTh."
Remontando el curso del Tiempo, detengámonos en la fuente
universitaria en la que los textos de Moisés fueron reconstituidos en
caracteres asirios vulgares y en lengua mitad hebrea, mitad caldea. Daniel
era entonces el Gran Maestre del Sacro Colegio de los Kashidim. Las Claves
por él dadas abren las puertas de todos los Santuarios de la Tradición, así
como de su Unidad y de su Universalidad prediluvianas e incluso
postdiluvianas durante algunos siglos.
[Saint-Yves D’Alveydre; El Arqueometro] >>
El reino de Amenti o Pâtâla, es el imperio de Plutón,
ElPâtâla es el abismo donde mora el
fuego vital del planeta y la puerta del Sheol, el Hades o lugar donde se
transmuta la muerte. Shamballah se creó en el plano físico, como consecuencia
del impulso vivificador establecido cuando la Tierra fue vaciada por los
Dhyân Chohans, del Segundo Cuerpo Galáctico, también llamados los Jardineros
del Espacio. Al construir el mundo interior, lagran bola de fuego que había constituido la primitiva Tierra,
fue solidificándose en dos superficies esféricas concéntricas, que mantenían
entre sí al fuego original en el que se creó la Segunda Raza Raíz. Pero
Iberah, el primigenio centro planetario y los habitantes del magma central,
que constituyeron la Segunda Raza Raíz humana, no desaparecieron. Más al
contrario, estos seres alados, que existían en medio del fuego planetario de
la primigenia materia en solidificación asociados a unos cuerpos etéricos y
astrales, evolucionaron posteriormente hacia un cuerpo mineral, físico y
denso separándose del transcurrir evolutivo de las humanidades terrestres, y
constituyendo la actual raza habitante del Avîtchi, conocido también como el
Reino de Amenti, o magma central. En realidad, los habitantesactuales del Reino de Amenti, ya no forman
parte de la evolución humana, pues aunque constituyen fósiles vivientes de la
Segunda Raza Raíz Terrestre, su función actual está mucho más ligada al reino
Dévico que al Humano. Los libros esotéricos
Indios, mencionan Siete Clases de
Pitris o Devas,y entre ellos dos
especies distintas de progenitores: Los Barhishad y los Agnishvâtta; o los
“poseídos por el fuego sagrado” y los vacíos de él. Los Agnishvâtta son
representados como los que habiendo faltado a su deber de mantener el Fuego
Sagrado en sus vidas pasadas en otro Manvantara,han perdido su derecho a que se les ofrezcan oblaciones con
fuego. Por el contrario, los Barhishad, habiendo conservado los fuegos
sagrados de sus moradas, son de éste modo reverenciados hasta hoy. Los
Agnishvâtta, son los Devas que no pueden crear al hombre espiritual porque
solo poseen el Fuego de los Triángulos y no el Fuego de los Cubos Perfectos,
que representa a los seres angélicos. Por eso los Agnishvâtta son los Devas
“rebeldes” o “activos” que han dejado de ser “puros” para convertirse en
inteligencias independientes y libres.
El Amenti ha sido tradicionalmente, en todas las
religiones, el lugar donde las almas han purgado sus pecados. Tal y como nos
lo muestra este párrafo de Helena Petrovna Blavatsky:
<< Los
cuarenta "Asesores" que permanecen en la región del Amenti, como
acusadores del Alma ante Osiris, pertenecen a la misma clase de deidades que
los Lipika; y serían considerados como semejantes, si no fueran tan poco
comprendidos los dioses egipcios en su significación esotérica. Yama, Minos,
Osiris o Karma, no son más que otras tantas copias y variantes de los Lipika
y de sus Anales Astrales. Sin embargo, los Lipika no son deidades
relacionadas con la Muerte, sino con la Vida Eterna. Relacionados como se
hallan los Lipika con el destino de cada hombre, y con el nacimiento de cada
niño, cuya vida se halla ya trazada en la Luz Astral, -no de un modo
fatalista, sino porque el Futuro, lo mismo que el Pasado, permanece siempre
vivo en el Presente-, puede decirse también que ejercen una influencia en la
ciencia del Horóscopo. [H. P. Blavatsky, La Doctrina Secreta Vol. I ] >>
Ananta es la serpiente de siete cabezas sobre la cual
reposa el mismo Vishnú en su viaje por todo el Manvantara!. El fabuloso
Dragón de Siete Cabezas que habita en el corazón del Naraka avivando el fuego
de la materia. El Símbolo del Maligno, que brilla en la cabeza de la Gran
Serpiente de Vishnú.
En el Vishnu Purâna se puede leer lo siguiente:
<< Ananta-Shesha es una forma de Vishnú, el Espíritu
Santo de Preservación, y símbolo del Universo, sobre el cual duerme él
durante los intervalos de los días de Brahmâ. Las siete cabezas de Shesha
sostienen el universo. [Wilson;
Vishnu Purâna] >>
Algo similar se dice en el Siphra Dtzenioutha cuando
se habla del Caos Primordial y de la evolución del Universo comparándolo con
una serpiente enroscada:
<< Extendiéndose aquí y allí, con la cola en la
boca, la cabeza retorciéndose sobre el cuello, está rabiosa y colérica…
Vigila y se oculta. Cada mil Días se manifiesta. [Siphra Dtzenioutha I,16] >>
Antahkarana es la luz que une a una Mónada con el alma y
ésta a su vez con el cuerpo
mental. Mejor dicho, el Antahkarana es el
vehículo o conducto sutil por el cual, esa “luz cósmica” es conducida desde
los planos Divino y Monádico a los planos Mental y Etérico. Pero… ¿Porqué no
dejar que Helena Petrovna explique esto…? Así pues, veamos lo que nos dice La Doctrina
Secreta:
<< Antahkarana es el nombre de aquel puente ideal,
aquella línea interpuesta entre el ego divino y el humano, que si bien son
dos egos durante la vida terrena, se funden en un ego en el devakán o en el
nirvana. Esto parece difícil de comprender, pero resulta fácil con ayuda de
un familiar e infantil ejemplo. Comparemos al hombre con una brillante
lámpara que desde el centro de una estancia proyecta su luz sobre la pared.
La lámpara es el ego divino; la luz reflejada es el manas
inferior; y la
pared, sobre que se refleja, el cuerpo físico. La porción de atmósfera que
transmite, el rayo de la lámpara a la pared, será el Antahkarana. Supongamos,
por otra parte, que la luz así proyectada posea razón e inteligencia con la
facultad de disipar, además, cuantas sombras siniestras crucen por la pared y
de atraer hacia sí, en indelebles impresiones, toda la brillantez. Ahora
bien; el ego humano puede disipar las sombras o pecados, multiplicar las
brillanteces o buenas obras que causan aquellas impresiones; y asegurar así
por medio del Antahkarana su permanente relación, y su definitiva reunión,
con el ego divino. Recordemos que esto no puede ocurrir mientras retenga la
más tenue mancha terrena; al paso que tampoco es posible quebrantar
enteramente la relación, ni impedir la reunión definitiva mientras haya una
sola obra espiritual o potencialidad que pueda servir de nexo; pero en cuanto
se extingue esta última chispa y se desvanece la postrera potencialidad,
sobreviene la separación: En una parábola oriental el ego divino es
simbolizado por el labrador que envía a sus braceros a cultivar la tierra y
cosechar el fruto, y que se contenta con conservar el campo en tanto pueda
ofrecerle la más mínima remuneración; pero si el terreno se esteriliza del
todo, no sólo queda abandonado, sino que el bracero mismo (Manas
inferior)
perece. [ H. P. Blavatsky,
La Doctrina Secreta Vol. VI ]
>>
El
átomo, es el elemento más pequeño, que al ser indivisible, une el macrocosmo
con el microcosmo, representando a la deidad absoluta. Anu es llamado también
en sánscrito Anîyâmsam-anîyasâm, ‘el más pequeño de los pequeños’.
En
los textos cuneiformes de los ladrillos babilónicos denominados Lateres
Coctiles, se encuentra una de las obras más importantes del mundo antiguo
denominado el Génesis accadiano, de contexto muy similar al mostrado en el Siphra
Dtzenioutha, el Génesis hebreo. En la traducción de George Smith vemos la
figura de Anu, la Deidad Oculta, el Uno, que se mueve silencioso sobre la faz
de las Aguas…Él es la Deidad Pasiva;
Bel, el Creador, el Espíritu de Dios o Sephira. Hea, su consorte, es el Alma
Universal o la Sabiduría de los Tres Combinados.
Anu
es la figura principal de la trinidad caldea, y único ser que habita en las
aguas del Khum, el Agua del Espacio.
Anu,
siendo lo más pequeño, da vida a los más grande, tal y como lo narran los
antiquísimos textos de los Upanishads:
<<
En el principio Pragapati (el señor de las criaturas) existía solo. No tenía
felicidad estando solo. Entonces, meditando en sí mismo, creó muchas
criaturas. Las contempló y vio que eran como una piedra, sin entendimiento,
que se erguían como un porte sin vida. Él no tenía felicidad, así que pensó:
‘Entraré dentro de ellos para que puedan despertar’. Convirtiéndose en aire
(vayu) entró dentro de ellos. Al ser uno, no podía hacerlo. Entonces se
dividió en cinco partes, y se llamó Prâna, Apana, Samana, Udana y Vyana. Ese
aire que sube es Prâna. Eso que se mueve hacia abajo es
Apana. Eso por lo que
se supone que estos dos se mantienen es Udana, la causa de donde ellos
proceden es Vyana. Eso que trasporta la materia más grosera de los alimentos
al Apana, y lleva la materia más sutil a cada miembro, se denomina Samana. [A.
Duperron; los Upanishads] >>
Según el Bhagavad
Gîtâ, el Aparigraha
o la senda de lano-posesión,
consiste en renunciar al mal, y a la injusticia; por ello el no-violento
renuncia antes que nadie a las posesiones terrenales. El no-violento no
quiere ser dominado, pero sobre todo no quiere dominar, no quiere poseer
individualmente, usurpando lo que también es de los demás.
Mahatma Gandhi nos legó estas sublimes palabras, las
cuales, viven aún en el corazón de muchos seres:
<< Sólo el hombre desprendido,el hombre que quiere servir a todos, puede luchar libremente contra la
injusticia; pues estando desnudo nada le ata y puede pelear cuerpo a cuerpo
contra la agresión, sin quedar enredado en sus nudos. En realidad nadie puede
ser propietario de nada, salvo Dios mismo. Nadie puede arrogarse la propiedad
de bienes materiales o morales, sin robar a sus semejantes aquello que no le
pertenece a él individualmente, pues el hombre es solamente gerente o
administrador en vistas al bien común. [Mahatma
Gandhi] >>
Los Archis son los máximos
sacerdotes del Agarttha, aquellos que procesan el culto y la adoración de
Anu.
El Archi Negro, el Mârshi o Príncipe de la Muerte es aquel
que conduce al alma durante el trance de la muerte, como nos lo muestra N.
Bhâshyacharga, que fue Pandit de la biblioteca de Adyar:
<< El Jiva (el Alma) va con
Sûkshma-Sahrîra (cuerpo
de sueño) desde el corazón del cuerpo al Brahmarandra en la coronilla de la
cabeza, atravesando Sushumnâ, nervio que une al corazón con el Brahmarandra.
El Jiva atraviesa el Brahmarandra y va a la región del Sol (Suryamandala) por
medio de los rayos solares: Entonces va a través de una mancha oscura del
Sol, a Paramapada. Al Jiva la dirige en su camino la Sabiduría Suprema
adquirida por medio de Yoga. El Jiva prosigue así a Paramapada con el auxilio
de los Athivahikas (portadores durante el tránsito), conocidos con los
nombres de Archi Ahas... Âditya... Prajapati, etc. Los Archis, que aquí se
relacionan, son ciertas Almas puras… [N. Bhâshyacharga; Catechism of the Visishthadvaita
Philosophy] >>
Esos Archis que guían al alma en su
encuentro con lo espiritual, no solamente forman parte de la tradición hindú,
sino que han sido también referenciados en la filosofía de la tradición
griega, en la cual el Archê (`Arc¿), o espíritu divino de la vida, es aquel
que se desarrolla sobre el Caos primordial. Él representa también al Arg o
Arka en el que el germen de la Naturaleza y del
propio Hombre, flotan sobre las aguas del gran abismo del
Caos.
Tradicionalmente
al Arconte se le identifica con el primer magistrado a quien se confió el
gobierno de Atenasdespués de la muerte del rey Codro. Y también a
cada uno de los nueve jueces que posteriormente se crearon con el mismo fin.
Los arcontes eran los magistrados que, independientemente
del poder civil, poseían la potestad de dirigir y vigilar el desarrollo de
los misterios Eleusinos, los cuales, habiendo sido enseñados por Orfeo,
desentrañaban para los iniciados que los practicaban los misterios de la vida
después de la muerte y la transición de las almas por el Elíseo y el Hades.
El Mystoe reunía en el Telesterion a los iniciados ante el pueblo, yles hacía representar los misterios deDeméter
y Perséfone como primera parte de su iniciación.
En las obras de
Homero, el Elíseo era una tierra en el
extremo más lejano y occidental del mundo adonde eran llevados los grandes
héroes, en cuerpo y alma, para hacerlos inmortales. Según la tradición, allí
ellos eran libres de proseguir con sus actividades favoritas y las penas y
las enfermedades eran desconocidas –algo que nos recuerda vivamente a las
tradiciones hindúes sobre Agarttha y la mítica
Shamballah-. Pronto, sin
embargo, Elíseo fue considerado como la residencia de los muertos
bienaventurados, donde las almas de los héroes, poetas y sacerdotes vivían en
total felicidad, rodeados de hierba, árboles y suaves brisas, beatíficamente
envueltos en una luz rosada perpetua –algo más parecido a la tradición del
cielo católico desarrollada por Pablo de
Tarso-.
Sin embargo, Jámblico expone un dogma totalmente diferente en su
concepción del cielo e infierno (el Elíseo y el Hades), él reúne a
Platón y a Pitágorasen una visión
cósmica del universo integrado como un todo. Según él, hay siete series de
cosmocratores o fuerzas cósmicas, subdivididas en dos categorías: la primera
sostiene y regula el mundo superior y la segunda, el inferior. Así, para Jámblico, existe una dualidad en todo lo que le rodea, planetas, astros,
dioses, arcontes y daimones. Esta dualidad es lo que equilibra el fiel de la
balanza en los mundos manifestados.
El A-ReTs, hA'Arec (¦årÿAB'Ah) es la
Astralidad Gravitante y cuyo número es13415, conjugado del valor
de las letras del nombre Alhim (£yhl')
que es: 13514, el cual, es a su vez un combinado en los cálculos secretos del
número 31415 o número p (Pi) 3’1415.
Los ALHIM controlan los mundos materiales o la ‘astralidad
gravitante’, también llamada A-ReTs o Arets (la Tierra). Así nos lo define el
Marqués Saint-Yves D’Alveydre:
<< Los ALHIM, las Potencias del Verbo que controlan
el A-ReTs, la Astralidad Gravitante y su evolución. Esta atracción
gravitatoria universalprocede del
ROuaH-ALHIM, como motor principal que comprenden el ROuaH, los ciclos de la
eternidad y el NaHaSH, el tiempo en espiras…
De suerte que, por los Cielos del Tiempo orgánico, esta
Función se extiende instantáneamente a través del Éter, en todo el Universo,
y a todas las jerarquías de seres y de cosas que el doble Cielo visible
encierra en sí, hasta el fuego central de cada globo, fuego que él mismo no
forma parte del Cielo astral, sino sobre todo del Cielo fluido. [Saint-Yves D’Alveydre; El
Arqueometro] >>
Las cuatro iniciaciones a alcanzar en este planeta son:
Srôtâpanna, Sakridâgâmin, Anâgâmin y Arhan.
Arhan, la iniciación del merecimiento, es la cuarta y
última iniciación que puede ser alcanzada en este mundo, en el estado
evolutivo actual del mismo. Aunque ella no es la última en estado absoluto,
pues son siete las iniciaciones a alcanzar al final de su ciclo planetario.
Pero dejemos que sea el verbo fluido de Helena Petrovna quién nos lo explique
adecuadamente:
<< Existen cuatro grados de iniciación mencionados
en las obras esotéricas, los cuales son respectivamente conocidos en
sánscrito como Srôtâpanna, Sakridâgâmin, Anâgâmin y Arhan; teniendo las
mismas denominaciones, en esta nuestra Cuarta Ronda, los Cuatro Senderos que
conducen al Nirvana. El Arhan, si bien puede, contemplar el Pasado, el
Presente y el Futuro, no es todavía el más alto Iniciado; pues el Adepto
mismo, el candidato iniciado, se convierte en Chela (discípulo) de un
Iniciado más elevado. Tres grados superiores más le quedan por conquistar al
Arhan que quiera alcanzar la cúspide de la escala del Arhatado. Los hay que
lo han alcanzado aún en esta nuestra Quinta Raza; pero las facultades
necesarias para lograr estos grados más elevados, tan sólo se encontrarán
plenamente desarrolladas en el tipo general del asceta, al final de esta Raza
Raíz, y en las Sexta y Séptima. Así es, que existirán siempre Iniciados y
Profanos hasta el final de este Manvantara menor, el presente Ciclo de Vida.
Los Arhats de la "Niebla de Fuego," los del séptimo peldaño,
hállense tan sólo a un paso de la Raíz Fundamental de su Jerarquía, la más elevada
que existe en la Tierra y en nuestra Cadena Terrestre.
Esta " Raíz Fundamental " tiene un nombre que
puede ser traducido tan sólo por medio de varias palabras: el "Baniano-Humano siempre Viviente." Este
"Ser Maravilloso," descendió de una "elevada región" -dicen-
durante la primera porción de la Tercera Época, antes de la separación de
sexos en la Tercera Raza. A esta Tercera Raza se la llama algunas veces
Colectivamente, los "Hijos del Yoga Pasivo"; o sea que fue
producida inconscientemente por la segunda Raza, la cual, como era
intelectualmente inactiva, se supone permanecía constantemente sumida en una
especie de contemplación abstracta o vacía, como la que requieren las
condiciones del estado Yoga. En el primer tiempo de la existencia de esta
Tercera Raza, cuando se hallaba todavía en estado de pureza, los "Hijos
de la Sabiduría," que, como se verá, encarnaron en esta Tercera Raza,
produjeron por Kriyllshakti una generación llamada los "Hijos de
Ad" o "de la Niebla de
Fuego," los "Hijos de la Voluntad
y del Yoga," etc. Ellos eran un producto consciente; pues una porción de
la Raza se hallaba animada ya con la chispa divina de una inteligencia
espiritual y superior. Esta generación no era una Raza. Era al principio un
Ser Maravilloso, llamado el "Iniciador," y después de él un grupo
de Seres semi-humanos, semi-divinos. "Elegidos" en la génesis
arcaica con ciertos propósitos, se dice que en ellos encarnaron los más
elevados Dhyânis para formar el semillero de futuros Adeptos humanos. [ H. P. Blavatsky, La Doctrina
Secreta Vol. I ] >>
El Arhat es el santo solitario que busca la iluminación
mediante la renuncia a los placeres de la materia. Pero si investigamos aún
más en el origen de la palabra encontramos interesantes connotaciones
mitológicas:
Proclo, en su obra: Orígenes, contra Celsum, en la
cual Orígenes rebate los libros escritos por Celso, con referencia al
gnosticismo incipiente del siglo I d.C., nos habla del misterioso
Arehtos,el Inefable cuyo nombre está
compuesto por siete letras, las cuales, representan a los Siete Titanidae,
los Grandes Siete que fueron llamados a producir este universo.
Posteriormente, las tradiciones budistas realzan la figura
del Arhat en cuanto al concepto de un ser ‘elegido’ un ser que tiende a la
perfección espiritual per se:
<< Entre los discípulos de algunos insignes gurús
himaláyicos y aun entre gentes profanas, persiste una extraña tradición, que
mejor pudiera calificarse de leyenda, según la cual Gautama, el príncipe de
Kapila-vastu, continúa en las regiones terrestres, no obstante la muerte e
incineración de su cuerpo físico y las reliquias que de él se conservan. Los
budistas, chinos y arios por tradición, y los lamas del Tibet por el texto de
sus libros sagrados, afirman que Buda tenía dos
doctrinas: una para el vulgo
y sus discípulos legos, y otra para sus "elegidos" o arhates. Según
parece, la norma de conducta del Maestro, continuada por los arhates, fue no
prohibir a nadie el ingreso en las filas del arhatado; pero no revelar los
misterios finales sino a quienes, tras muchos años de prueba, se mostraran
dignos de la iniciación, sin que para ello fuese obstáculo alguno la
diferencia de raza, casta o posición social, como sucedió en el caso de su
sucesor occidental. Los arhates divulgaron esta tradición relativa a Buda
hasta arraigar en la mente del pueblo; y en ella se basa, asimismo; el
posterior dogma lamaísta de la reencarnación de los Budas
humanos. [ H. P. Blavatsky, La Doctrina
Secreta Vol. VI ] >>
Los Arios, son los seres humanos que componen la actual
Quinta Raza Raíz o Raza Aria. En este concepto entran pues todos los hombres
actuales en su conjunto, sin distinción de raza color o credo. Los que
erróneamente se han llamado: ‘la raza Aria’, como distintivo de la raza
blanca, o raza indo-europea, deberían ser más propiamente llamados Ramídeos o
descendientes de Ram.
También ha existido una confusión de términos en cuanto a
los Arios y los Semitas como razas separadas. En este tipo de distinción,
deberíamos de hablar de Camitas y Semitas, como las dos razas euro-asiáticas
divididas por la influencia de dos grupos distintos de Kabirim.
El concepto genérico de Ario u ‘hombre sabio’, no es
debido a la la capacidad intelectual de
unos hombres sobre otros, sino a la característica genérica de la
‘inteligencia’ completamente desarrollada como referencia con laCuarta Raza Raíz o Atlante, en la cual la
inteligencia no estaba aún plenamente madurada.
En los albores de la Quinta Raza Raíz, la Aria, un
elemento muy importante había de ser introducido. Las diversas cepas
genéticas traídas de otros planetas que constituían la única base genética de
las razas anteriores, debían de mezclarse con la cepa genética originaria de
este ciclo evolutivo del planeta Tierra, proveniente, ésta última, del reino
animal. Con esa unión de las corrientes de vida planetarias y
extraplanetarias se formaría la auténtica humanidad del planeta, la Quinta
Raza Raíz, la cual podría ser considerada como la genuina raza soberana del
mismo. Este proceso evolutivo culminó cuando varios cientos de miles de Arianni, expulsados del Agartha hacia el año 2.500 a.C., se unieron de forma
violenta mediante invasiones a los distintos pueblos de su entorno, tanto
Ramídeos comoTuranios y hasta
Semitas, aportando su cultura superior y su lenguaje; el Sánscrito. Este
torrente cultural, al principio destructivo terminó unificando las dispersas
razas en dos grandes grupos que combinaron las tradiciones seculares con la
nueva cultura superior de origen intraterreno.
Los dos grandes grupos humanos de superficie, se formaron,
uno bajo la égida del Cordero, cuyos pueblos fueron denominados Ramídeos o
simplemente Arios, y el otro bajo la égida del Toro, siendo denominados
Turanios, o Semitas. Posteriormente las lenguasSemíticas y Turanias se adaptaron, a la de los pueblos
invasores Arios, siendo, por tanto, descendientes del Sánscrito o lengua Aria
introducida por los Ramídeos y posteriormente ampliada por el núcleo
intraterreno de los Arianni que aparecieron sobre la faz del planeta en el
Asia Central.
Anteriormente, los semitas (árabes y hebreos) habían
compartido un tronco común con los Camitas en la época pre-adámica en Caldea
(Mesopotamia) cuando la dispersión de las
razas, durante el reinado de Nimrod, que dividió a los Nabateos, enviando a los futuros Arios hacia la
India y a los Semitas hacia África y Arabia aunque parte de éstos últimos se
asentaron en Afganistán y las riberas del Oxus. Mientras que los Turanios de
“color amarillo” (chinos y mongoles) se dispersaron por Asia Central y
Oriental. En los escritos Arábigo-Iranios se expresan éstos acontecimientos
en los siguientes términos: ‘Después del Diluvio, las naciones se
establecieron en varios países; entre ellas estaban los Nabateos, que
fundaron la ciudad de Babilonia, los cuales eran aquellos descendientes de Cam, que se establecieron en la misma provincia, bajo la jefatura de
Nimrod
el hijo de Cus, hijo de Cam, y nieto de Noé; el cual recibió el gobierno de
Babilonia como delegado de Dzahhak llamado Biourasp…’
Babilonia fue en realidad el crisol de los dos grupos étnicos, que se
fusionaron en una rica mezcla de razas pre-adámicas y post-adámicas como los
Caldeos, Egipcios, Asirios, Cananeos y los Nabateos. Éstos últimos fueron los
descendientes de los antiguos Sabeos adoradores de las estrellas. Todos esos
grupos formaron un compendio muy importante de las doctrinas, artes y ciencias
humanas del momento.
En términos generales los Arios actuales son descendientes del Adán Amarillo
ylos Semitas son los descendientes
del Adán Rojo. Las razas y culturas que puedan entrar en uno u otro grupo
étnico presentan una mezcla tan fuerte de las influencias contrapuestas de
los dos Adanes que es muy difícil identificarlos en términos absolutos. La
diferencia de la Cosmogonía Semítica y la Aria, en su origen, es que la
primera materializando, humaniza los misterios de la Naturaleza, y la segunda,
espiritualiza la materia y supedita siempre su fisiología a lo metafísico.
Los Nabateos por ejemplo, constituyeron una casta elitista de los Sabeos o
“adoradores de las estrellas”, pero ellos dedicaron sus esfuerzos místicos en
el culto a Nebo, el Dios de la Sabiduría Secreta. Quien no es más que elrepresentante del planeta Mercurio,
conocido como el Dios de la Sabiduría o Hermes, al que los hebreos llamaban
Kokab y los griegos Nabo.
En la época del primer Zarathushtra, los antiguos valores
Arios estaban en regresión, los Turanios del norte y este de Asia se hallaban
en una de sus endémicas persecuciones sobre los Arios, y sus hordas se
extendían por todo Asia Centraly la
Europa Oriental. Los Semitas
ofitas, adoradores de la Serpiente, se enseñoreaban
de Egipto, Palestina, Arabia y el norte de África. Sólo Mesopotamia y la
India mantenían aún viva la llama de
Ram. Dos corrientes se abrieron entonces
en la doctrina de los Hijos de Ram, la India y la Mesopotámica. Los Rishis y
Brahmanes Indios consideraban al mundo fenoménico únicamente como una ilusión
o mundo de engaño, donde todo lo que se perciben son las imágenes del mundo
real reflejadas en Maya, con lo cual, lo que se presenta a los sentidos
exteriores carece de interés por ser únicamente sombras de la realidad mayor,
y la atención debe concentrarse entonces únicamente en la propia interioridad
donde la auténtica realidad habita.
Zarathushtra, por el contrario, consideraba el mundo de la
realidad exterior al ser humano, como la manifestación y la vestidura
exterior de la existencia divino-espiritual, con lo que la ilusión exterior
de Maya, es sólo un velo que cubre la vida espiritual y a la que hay que
estudiar detenidamente para desentrañar las claves con las que Ahura Mazda
teje con hilos de luz la frontera de los mundos. Las diferencias en las
doctrinas filosóficas arias en aquella época, ahondaron diferencias y
elevaron muros que separaron de forma definitiva a los dos más hermosos
troncos de la cultura Aria.
Las luchas Ario-Turanias entre Irán y Turán se desataron
violentamente de nuevo y la luz de Ahura Mazda, la entidad Solar volvió a
brillaren la figura de Zarathushtra
elevando los valores e ideales Arios en una corriente de fuerza regeneradora.
Pero los Arios herederos de Adonai, no fueron los únicos seres que recibieron
un impulso evolutivo en aquella época. Los Semitas, hijos deIaô, el Regente Lunar,recibieron el impulso evolutivo asignado
cuando una conjunción energética del Sol, Mercurio, Venus, la Luna y la
Tierra se produjo. Mercurio-Hermes-Thoth encarnó entre los Egipcios para
inducirlos hacia el culto monoteísta de
Atón, el espíritu del Sol, en contra
del culto
ofita de Amón-Jehová. Mientras que Abraham recibió a través de
Venus, que es el planeta protector mayor de la Tierra, la visita deMelki-Tsedek, el Rey del Mundo que le
bendijo como sacerdote del Dios Altísimo (Eliom o Eloi), y le trasladó el
influjo del sol central planetario.
Estos tres seres encarnados:Zarathushtra, Hermes-Thoth y Abraham, representando a la Trimurti
del Sol, Mercurio y Venus, eran conocidos en la antigüedad como el Hierofante
de Tres Cabezas,o el Tricéfalo de
Fuego, representado por el Círculo o cruz Svastika, la cruz Ansata egipcia y
la Tau.
Si queremos conocer más acerca de esta apasionante historia, debemos de
recurrir, una vez más a Helena Petrovna Blavatsky, la cual es aún capaz de
ofrecernos una cronología histórica de nuestra propia raza:
<< Los Iniciados indios leen 900,000 años; durante cuyo tiempo -esto
es, desde la primera aparición de la raza Aria, cuando las partes pliocenas
de la que fue la gran Atlántida, principiaron a sumergirse gradualmente, y
otros continentes a aparecer en la superficie, hasta la desaparición final de
la pequeña isla Atlántida de Platón (ver: Timaeus de
Platón)- las
razas Arias no habían cesado nunca de luchar contra los descendientes de las
primeras razas de gigantes. Esta guerra duró hasta cerca del fin de la edad
que precedió al Kali Yuga, y fue la Mahâbhârata, o Gran Guerra, tan famosa en
la historia india. Tal mezcla de sucesos y épocas, y la reducción de cientos
de miles de años a miles, no contradice el número de años transcurridos, con
arreglo a la declaración que hicieron los sacerdotes egipcios a Solón, desde
la destrucción del último resto de la Atlántida. La cifra de 9,000 años era
exacta, pues este último suceso nunca había sido secreto, sino que se había
borrado de la memoria de los griegos. Los egipcios tenían sus anales
completos, a causa de su aislamiento; pues estando rodeados por el mar y el desierto,
no habían sido inquietados por otras naciones, hasta unos cuantos milenios
antes de nuestra Era. [ H.
P. Blavatsky, La Doctrina Secreta Vol. III ] >>
La “mezcla caldea” entre Arios y Semitas queda reflejada,
según Blavatsky, en las siguientes líneas:
<< Ptolomeo, al hablar en su tabla novena de las
tribus Kabo1itae o Kabul, las llama. (/Aristo/yuloi)...
Aristophyli, las tribus aristocráticas o nobles. Los afghanes se llaman a sí
mismos Ben-Issrael, hijos de Is (sa) rael, de Issa, ‘mujer y también tierra’,
hijos de la Madre Tierra. Pero un afghan daría muerte al que le llamase
Yahoudi (judío). Los nombres de las supuestas doce tribus de los judíos, y
los nombres de las doce tribus reales de los afghanes, son los mismos. Siendo
los afghanes mucho más antiguos (por lo menos su tronco árabe) que los
israelitas, no debe sorprender encontrar entre ellos nombres de tribus como
Youssoufzic, hijos de José en Punjcaure y Boonere; Zablistanee (Zabulón);
Ben-manasseh, hijos de Manasseh, entre los tártaros Khojar; Isaguri, o
Issachar, ahora Ashnagor en el Afganistán, etc. Todos los doce nombres de las
llamadas doce tribus, son nombres de los Signos del Zodíaco, según está ahora
bien probado. En todo caso, los nombres de las tribus árabes más antiguas,
literalmente, dan los nombres de los signos zodiacales, Como asimismo de los
hijos míticos de Jacob. [ H.
P. Blavatsky, La Doctrina Secreta Vol. III ] >>
El Arka-Maetra, la Medida del Sello Divino, representa un
instrumento mágico de primer grado donde se fraguan los objetos mágicos y son
moldeadas las formas
físicas. Así la Fuerza Creadora moldea el plano físico
como si de una melodía sublime se tratase. La clave o tono de esa melodía en
este universo local, es el Fa de la escala diatónica, también llamado el
Kung, el Gran Tono.
Para descubrir todos los matices de esta ‘Regla de Oro’
nos apoyaremos una vez más en nuestro gran erudito el Marqués Saint-Yves
D’Alveydre:
<< ARKA significa el Sol, emblema central del Sello
divino. Para que no pueda uno equivocarse y caer en el Sabeísmo antiguo y lo
que es peor, moderno, estas Lenguas patriarcales dicen también todo lo que
sus guardianes pueden haber olvidado. AR es el Círculo armado de sus radios,
la Rueda radiante de la Palabra divina. KA recuerda la Matesis primordial que
une el Espíritu, el Alma y el Cuerpo de la Verdad, demostrando así en la
Observación por la Experiencia, la Unidad de su Universalidad en el
Doble-Universo y en su Triple Estado social. ARK significa la Potencia de la
Manifestación, de la Existencia, su Celebración por la Palabra, su
solemnización. La inversión de este término: KRA, KAR, KRI, significa crear,
llevar a cumplimiento una obra, manifestar una Ley, gobernar, es decir,
conservar una creación continuándola, rendir homenaje ilustrando, rendir
gloria adorando, caracteres todos que son bien funcionales de la segunda
Persona de la Trinidad con respecto a la Primera. El latín dice: ‘creare’, el
dialecto celta irlandés dice: Kara-Im.
ARKA va más lejos como Revelación de los misterios del
Hijo por la Palabra, en tanto que
Verbo Creador. Es la Palabra misma, cantado con número y
ritmo. Es el Himno de los himnos, la
Poesía del Verbo.
MATRA es la Medida Madre, por excelencia, la del
Principio; es el Barasheth de los Templos de
Egipto, la Bérazet del primer
Zoroastro, la BaRatA del Bharata divino.
MATRA,
Medida-Madre, es viviente en el Verbo-Dios como
todos sus pensamientos creadores, Es ella quien manifiesta en todas las cosas
la Unidad, por la Universalidad de sus proporciones internas, la Substancia
en función de equivalencias orgánicas distributivas en todos los grados. Lo
que precede indica los atributos; pero el mismo término los pone también a
los pies de la Madre
divina, de la Energía femenina de Dios que él significa.
MAeTRA es también el signo métrico del Don divino, el de la Substancia en
todos los grados proporcionales de sus Equivalencias. En el Grado psíquico
universal, Athma, Amath y Matha, es el Amor femenino, la Bondad maternal de
Dios para todos los seres y para todas las cosas; en una palabra, la Caridad
universal en su fuente, abrazante y abrasante de las tres Kahalahs, las tres
Iglesias en, el IO-GA y el IHO-Va del Verbo. [ Saint-Yves D’Alveydre; El Arqueometro] >>
Pero el Arka, también es el Archê (`Arc¿),
el ‘espíritu divino de la vida’, que se desarrolla sobre el Caos primordial.
Él representa también al Arg o Arka en el que el germen de la
Naturaleza y del propio Hombre, flotan sobre las aguas del gran abismo del
Caos. Ese Arka es ocupada por la raza de la cual tiene que salir el “décimo”,
el llamado Kalki Avatâra, ella es la raza de reyes nacida en “Argos” (888),
el poder femenino generador simbolizado por la Luna. Argos es hoy el
Arghyavarsha, la tierra de los antiguos Hierofantes, de donde saldrá el
libertador de la Humanidad, el Aryâvarta hindú.
Así, en Los
Upanishads, los
antiguos tratados hindúes, se narra la bella historia del Arka surgiendo de
las aguas de la Muerte:
<<
En el principio no había nada. Por la Muerte todo esto estaba callado.
La Muerte (el primer ser) pensó: "Deseo tener un cuerpo". Así pues,
se postró en adoración. De aquella adoración nació el agua. Al ver el agua,
exclamó: "En verdad el agua ( 'ka ') se apareció a mí mientras estaba en
adoración ('arkate')". Por este motivo el agua se llama
"ar-ka". Ciertamente halla el placer quien conoce la razón por la
cual el agua se llama "arka".
En verdad el agua es "arka", y lo que entonces
era la espuma del agua se endureció convirtiéndose en tierra. En la tierra
descansó la Muerte, y de su descanso y calor nació el fuego, Agni, lleno de
luz.
Aquel ser se dividió en tres: Aditya (el Sol),
Vayu (el
aire) y Agni (el fuego). A su vez el espíritu (prana) se dividió en tres: la
cabeza fue el Oriente y los dos brazos el norte y el sur del Oriente; la
cabeza fue el Occidente, y las dos piernas el norte y el sur del Occidente;
los dos lados fueron el Sur y el Norte; la espalda el cielo, el vientre el
firmamento y el polvo la tierra. De este modo, la Muerte permanece firme en
el agua. Quien esto conoce, permanece firme adondequiera que vaya. [A.
Duperron; los Upanishads] >>
El Arquetipo es el tipo soberano y eterno que sirve de
ejemplar y modelo al entendimiento y a la voluntad de los hombres, él tiene
más significado que la mera figura de guía o referencia. El Arquetipo es la
fuente primigenia de todas las cosas creadas por el amor del Padre, es el
Kung, el Gran Tono, sobre el que estáconstruido todo el universo. Trigueirinho Neto nos muestra una visión
muy interesante de este concepto:
<< Arquetipo, o Núcleo de energía de
síntesis, creado por la mente universal para que actúe como polarizador de la
manifestación de estructuras y patrones conductores de la existencia hacia su
meta última. En el mundo tangible, cada forma está ligada a un arquetipo, y
su trayectoria evolutiva no es más que la aproximación a los patrones que
emanan de este arquetipo. Los cuerpos del ser humano están plasmados según
parámetros arquetípicos transmitidos por Jerarquías constructoras con
ascendiente sobre la vida sideral. Esas Jerarquías imprimen en la matriz
cósmica las líneas básicas de esos cuerpos, o sea, el patrón que les
corresponde. El arquetipo de un cuerpo emite la nota que sirve de sostén para
crear la estructura corporal vinculada a él. Es una idea divina, a partir de
la cual se teje esa estructura. [José Trigueirinho
Neto; Léxico Esotérico]
>>
Wilder nos expresa también su idea de la función del
arquetipo con estas líneas:
<< El Divino Ser es el Todo, la fuente de toda
existencia, lo Infinito, Es agnoscible, El Universo lo revela y por él
subsiste. En el principio, Su efulgencia difundióse por doquiera.
De tiempo en tiempo se retira dentro de sí mismo, y de
este modo forma en su torno un espacio vacío al que transmite, Su primera
emanación, un rayo que contiene el poder generador y conceptivo, De aquí se
deriva el nombre de ‘IE’, o Jah. El rayo produce a su vez, el ‘tikkun’,
el
arquetipo o idea de la forma; y en esta emanación están contenidos macho y
hembra, o sean las potencias generadora y conceptiva. De aquí provienen las
tres primarias fuerzas: la Luz, el Espíritu y la Vida, El arquetipo se une al
rayo o primera emanación, y queda penetrado por él. Por esta unión se
relaciona perfectamente el modelo con su infinita fuente, El modelo es el
primer hombre, el Adam Kadmón, el macrocosmos de Pitágoras y otros
filósofos. De él proceden los ‘sefiroth’. De los sefiroth emanaron a
su vez los cuatro mundos, cada uno de los cuales emanó del inmediato
precedente, y el inferior envolvió al superior. [Wilder; Neoplatonismo y
Alquimia] >>
En el Vishnu Purâna se dice que cada partícula
física corresponde y depende de su Nóumeno superior, descendiendo sus
cualidades desde “arriba” hacia “abajo” creando la corriente definida en la
eterna ley: ‘como es arriba es abajo’.
El Arupa, o ser sin forma, es regido también por esa Regla
o Gobierno del Fuego, esta regla divide así el grupo de los seres
auto-conscientes entre los Arupa incorpóreos y los Rupa corpóreos o seres
vivientes en el plano material o Mâyâ.
El Asceta es aquél que alcanza la iluminación mediante la
disciplina del sacrificio. La Ascesis es pues la vida ascética y también las
diferentes pruebas ascéticas a las que éste debe someterse.
Dijo Buddha:
<< Quienquiera que desconozca mi Ley y muera en tal
estado debe volver a la Tierra, hasta que sea un perfecto o Samani. [Buddha; La Doctrina del Corazón ] >>
El ashram es una comunidad de seres que se unen a un
proyecto de vida integrador y al trabajo en común. Gandhi reprodujo al
regresar a la India, una serie de ashram donde organiza entonces las
estructuras de las antiguas comunidades Esenias, que tanto habían ayudado a
la elevación espiritual de la humanidad antes y después de la llegada de
Cristo.
Pero en lugar de aislarse en su ashram del mundo exterior, como en su tiempo
hicieran los Esenios y otras comunidades cristianas; él sentía la necesidad
de extender sus ideales mediante la práctica a toda la sociedad hindú, y
especialmente a los más desfavorecidos.
Durante los primeros años en la India promovió varias huelgas, y actos “no
violentos” en defensa de los campesinos y los obreros textiles de Ahmedabad.
Años después, la acción no violenta (Satiagraha), alcanzaríaa toda la India, en la cual el ayuno
purificador (Hartal) era el lazo de unión y purificación de todos los indios
a lo largo y ancho del país.
El movimiento por la
independencia, aunque no violento, es combatido con
extrema dureza por el régimen inglés, lo que termina socavando
irremediablemente la legitimidad moral e histórica de la dominación
Occidental en Oriente.
Mahatma Gandhi era en su ashram; un kisan (campesino) entre los kisanes, y un
harijan (paria) entre los harijanes; compartiendo los trabajos manuales con
todos ellos sin distinción de castas, credos o jerarquías; él pregona el
trabajo común como escuela de honradez, despreciando cualquier lujo o
alimento que no pueda ser obtenido por el más pobre de los campesinos indios.
Gandhi continuó su peregrinaje por toda la India preparando al pueblo para el
Swaraj o gobierno de sí mismos; pregonando siempre la pureza de medios:
<< Nuestra certidumbre de alcanzar el fin, depende por completo de la
pureza de nuestros medios. El odio no puede ser vencido por el odio, la
violencia provoca siempre una violencia mayor... [Mahatma Gandhi]
>>
La Nave Alfa es una gran base móvil, una inmensa ciudad en
cuyo seno grupos de consciencias estelares trabajan definiendo los procesos
de cura, harmonización y transformación de las especies terrestres,
preparándolas, según los arquetipos lumínicos procedentes del gobierno
central, para el cambio evolutivo que éste planeta deberá asumir en breve. En
esa nave, se desarrolla el control de la transmutación de energías cósmicas,
el cambio genético y la modificación del sistema energético de los seres
humanos, así como el de los demás reinos de la naturaleza que acompañarán al
planeta en su transformación.
Su comandante en jefe esAshtar
Sheran, una alta jerarquía cósmica de un gran ámbito de influencia, pues
mantiene contacto con varias energías extra-galácticas que unifican los
procesos de cambio entre galaxias lejanas. Ashtar Sheran promueve
transformaciones potentes entre todas las jerarquías y especialmente entre los
seres humanos, en los cuales ejerce su
influencia.
Trigueirinho Neto tiene una
importante revelación que hacernos acerca de Ashtar Sheran:
<< Ashtar Sheran fue conocido en el pasado como Arcángel
Miguel. Tiene
bajo su comando varias áreas del Hemisferio Norte. Trabaja en la
transmigración de las fuerzas involutivas del aura de la Tierra, y las
leyendas antiguas sobre el Arcángel Miguel hacen referencia a ello. Es una de
las Jerarquías que alimentan la llama del despertar del nuevo hombre y, para
muchos, unirse a ella es un requisito para elevar la calidad vibratoria del
mundo terrestre. Cada individuo absorbe su irradiación en la medida de la
propia apertura. La dedicación total al cumplimiento del Plan Evolutivo es la
marca de los que son tocados por esa energía de amor y poder; ella deja en el
corazón del hombre el llamado al retorno a su origen cósmico.[ José Trigueirinho Neto;
Léxico Esotérico] >>
Asura Maya, el gran sabio Atlante, determinó la duración
de todos los períodos geológicos y cósmicos pasados, así como la duración de
los ciclos futuros hasta el final de ésta Ronda Planetaria en la culminación
de la Séptima Raza.
Definió así mismo el ciclo e influencias de las constelaciones y planetas en
el ámbito terrestre y humano. Todos los templos y observatorios Astrológicos
Atlantes han estado basados en las leyes, orientaciones y medidas que el
astrónomo y mago Asura Maya promulgó en su época.
Los anales zodiacales Atlantes eran perfectos y estaban correlacionados con
las posiciones e influencias estelares de aquel momento. Obviamente hoy en
día están desactualizados, puesto que no se puede separar el estudio de las
interrelaciones y las influencias de los cuerpos celestes con el flujo de
energías que tienen como sostén el trabajo de los espejos situados en los
núcleos sutiles intraterrenos actuales. La Astrología, en la época Atlante,
era una ciencia que solamente se dominaba en las más altas iniciaciones y que
era usada como guía y patrón de todas las actuaciones, desde las actividades
de cura hasta las más altas transmutaciones planetarias. La civilización
actual terrestre ha convertido hoy esa importanteciencia antigua en una mera pantomima supersticiosa; porque el
hombre se distanció de la fuente reveladora de realidades más amplias y se
aferra hoy únicamente al ámbito psicológico.
El ser humano actual no tiene en cuenta que en realidad las constelaciones,
son meros cuerpos físicos, sino expresiones de grandes entidades que sirven
de referencia para identificar los efectos de los arquetipos cósmicos sobre
la consciencia del hombre y sobre la vida planetaria.La influencia astral no se limita solo al
cuerpo de la personalidad, sino también al alma, y en éste planeta, incluso a
la Mónada misma, pero el horóscopo de la personalidad, raramente coincide con
el de los cuerpos superiores, que se equilibran con otros signos ardientes,
configurando un intrincado y complicado entramado de influencias astrales que
el hombre actual está muy lejos de comprender.
Helena Petrovna nos relata la apasionante leyenda de este
enigmático personaje:
<< Los
cómputos que se dan en Manu y en los
Puranas, son, como ya se
ha dicho, idénticas a las que se enseñan en la Filosofía Esotérica. Esto
puede verse comparando las dos en cualquier calendario indo de ortodoxia
reconocida. El mejor y más completo de tales calendarios, en el presente,
según atestiguan los brahmanes instruidos de la India del Sur, en el
calendario tamil, llamado el Tirukkanda Panchanga, compilado, según se nos ha
dicho, de los fragmentos secretos de datos de Asuramaya, con los que está por
completo de acuerdo. Así como se dice que Asuramaya ha sido el astrónomo más
grande, se susurra también que ha sido el "Brujo" más poderoso de
la “Isla Blanca, que se había tornado Negra por el pecado”, esto es, de las
islas Atlantes.
La " Isla Blanca "
es un nombre simbólico. Se dice que Asuramaya vivió, según la tradición, del
Jñâna-bhâskara, en Romaka-pura, en Occidente; porque el nombre es una alusión
al país y cuna de los "Nacidos del Sudor" de la Tercera Raza. Ese
país o continente había desaparecido edades antes de que Asuramaya viviese,
puesto que él era un Atlante; pero él era un descendiente directo de la Raza
Sabia, la Raza que nunca muere. Muchas son las leyendas concernientes a este
héroe, el discípulo de Sürya, el Dios-Sol mismo, según expresan los relatos
indos. Importa poco que haya vivido en una u otra isla; la cuestión es probar
que no fue un mito, como el Dr. Weber y otros han querido hacer creer. El
hecho de que Romaka-pura, en Occidente, sea mencionada como la cuna de este
héroe de las edades arcaicas, es tanto más interesante a causa de lo que
sugiere acerca de la enseñanza esotérica sobre las Razas Nacidas del Sudor,
los hombres nacidos de los "poros de sus padres."
"'Roma-Kûpas" significa los "poros del cabello" en
sánscrito. En el Mahâbhârata se dice que unas gentes llamadas Raumas
fueron creadas de los poros de Virabhadra, el terrible gigante, que destruyó
el sacrificio de Daksha. Se mencionan también otras tribus y gentes nacidas
del mismo modo. Todo esto son referencias a los últimos tiempos de la Segunda
Raza-Raíz y a los primeros tiempos de la Tercera. [ H. P. Blavatsky, La Doctrina Secreta Vol. III ] >>
Los propios Asuras, nacidos
libres, se encadenaron por sus actos a los ciclos de encarnaciones de la raza
humana evolucionaria. Los Hijos de la Sabiduría que “retardaron” sus
encarnaciones hasta finales de la Cuarta y comienzo de la Quinta Raza, ya
manchadas fisiológicamente con el error y la impureza, produjeron una causa
cuyo resultado kármico pesa en ellos hasta hoy en día. Causa que marcó su
caída, según rezan los textos arcanos:
<< Los Sura se convirtieron en los “A-Sura”. Así, los Dioses se
tornaron en No-Dioses…[Wilson; Vishnu
Purâna]
>>
Aunque los Suras y otras
entidadescelestes como los Dhyân
Chohans, y los Pitris, se dividieron en varias proporciones entre los
distintos bandos, fueron los Suras (A-Suras después de la caída), los que
mayoritariamente apoyaron a Ialdabaoth, el Regente Galáctico a través de sus
representantes en este sistema, Ildabaoth y Ahriman.
La terrible guerra que enfrentó a
los ‘Hijos de Dios’ contra los ‘Hijos de la Sombra’ determinó que estos
últimos fueran llamados en el Rig
Veda: “A-suras; los enemigos de los
Dioses”. Pasando a ser denominados en las escrituras judío-cristianascomo: “Ángeles Caídos”. Esta famosa
historia es una constante en todas las Teogonías antiguas, tal y como ocurre
en la zoroastriana y hasta en las leyendas hindúes, chinas y tibetanas;
marcando un hito muy especial en los Panteones de sus Deidades.
Asvattha:(Ashvattha)(Árbol del
Edén)(Árbol del Conocimiento)
El Ashvattha es el Árbol del Conocimiento, o Árbol del
Edén, ha sido confundido con el Árbol de la
Vida, manifestación energética y
fenoménica de los más altos arquetipos celestes, que fue traído a este
planeta como fuente de regeneración y de vida. El Árbol del Conocimiento del
Bien y del Mal, es el propio árbol microcósmico humano, que ha sido conocido
como el Árbol Sephirótico Kabalístico, el Zampun tibetano, el Árbol Santo
(hecho por Ahura Mazda), el Ask Norse, el árbol Ash de Hesíodoto, el Tzité
del Popol Vuh, el Ashvattha indio y hasta el Gogard helénico. Todas ellas no
son sino representaciones del “Árbol” que personifica al hombre mismo y a la
“Serpiente” que moraen su interior.
Este Árbol del Conocimiento, como es conocido por los iniciados de todas las
épocas,no es solamente el Manas, o
Mente Consciente, sino el conjunto de los núcleos energéticos que constituyen
la estructura sutil de los humanos de superficie.
El Caduceo de Mercurio guarda también un terrible secreto,
las dos cobras que se enroscan sobre el tronco delAsvattha, o Árbol de la Vida, están entrelazadas en un estrecho
abrazo que comienza con las colas juntas sobre la tierra o Mundo Manifestado,
y termina con las cabezas rampantes de las dos serpientes sobre las alas
negras del Hansa o Cisne de la Vida. El simbolismo de las “serpientes” fue el
adoptado por los llamados “iniciados ofitas” humanos, que ansiaban la
elevación desde la materia al espíritu mediante el desbloqueo de las ataduras
del Kundalini. Pero realizando ésta por medio de la única y simple voluntad
del ego humano, y a despecho del nivel evolutivo de los cuerpos superiores
Monádicos.
Ésta clave oculta y la práctica que trajo
consigo, representó la única vía de escape de los Asuras encerrados en la
materia que no querían enfrentarse a los rigores de la evolución espiritual y
a la que se unieron la mayoría de los seres más “desarrollados” de la
humanidad base, los cuales, habían sufrido anteriormente, la involución desde
la luz del conocimiento hacia las cadenas materiales.
Helena
Petrovna Blavatsky nos habla de ello en el siguiente párrafo:
<<
La Serpiente, el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal,
y el Árbol de la Vida, son todos símbolos trasplantados del suelo de la
India. El Arasa-maran, el ‘banyan’ tan sagrado entre los indos -desde que
Vishnu, en una de sus encarnaciones, reposó bajo su inmensa sombra y enseñó
allí filosofía y ciencias humanas-, se llama el Árbol del Conocimiento y el
Árbol de la Vida. Bajo la sombra protectora de este rey de los bosques, los
Gurús enseñan a sus discípulos sus primeras lecciones sobre la inmortalidad,
y los inician en los misterios de la vida y de la muerte. Los Java-Aleim
del
Colegio Sacerdotal, se dice en la tradición caldea que han enseñado a los
hijos de los hombres a poder ser como ellos. Hasta hoy día. Foh-tchou (en
chino: Buddha), que vive en su Foh-Maëyu, o templo de Buddha, en la cima del
Kouin-Long-Sang (localizado entre la China y el Tibet), la gran montaña,
produce sus mayores prodigios religiosos bajo un árbol llamado en China: Sung-Ming-Shu, o el Árbol del Cono-cimiento y el Árbol de la Vida, pues la
ignorancia es la muerte, y sólo el conocimiento da la inmortalidad. Esta
escena maravillosa tiene lugar cada tres años, con un concurso inmenso de
budistas chinos que se reúnen en peregrinación en el santo lugar. [H. P. Blavatsky, La Doctrina
Secreta Vol. III ] >>
La Esencia Divina, Ishva-Ra, es Rey y Señor de los
Alhim,
las fuerzas activas del universo, y aparece en la imaginería Hindú sentado
sobre el Tigre que encarna a la fuerza del Verbo Creador representando a sí
mismo las rayas del tigre a las ondas lumínico-energéticas y
espacio-temporales que generan los mundos manifestados. Las aguas que rodean
a la figura sedente son las Aguas del Espacio, el Khum, la Oscuridad Madre de
todos los seres. El tridente representa el Triloka, el gobierno de los Tres Mundos,
y la Serpiente de Sabiduría arrollada a su cuello, significa la Mente Cósmica
que se enrosca sobre el tronco delAsvattha, o Árbol de la Vida, fructificándolo. Por último el nudoque forma su cabello en lo alto de su
cabeza, y del cual sale un arco iris, es una metáfora que está aludiendo a
Nat, el nudo ya Our, la luz
viviente, las cuales simbolizan la Nat-Our, la “Naturaleza” en la primera
correspondencia de la Luz Inaccesible.
El Árbol del Conocimiento es pues la propia figura humana
en elevación hacia la Divinidad, en la Kabalah es representado por el Árbol
Sephirótico, tal y como nos lo indica Rabí
Schimeón:
<< Venid y ved. Está escrito: Soy Yo mismo en todos
los seres. Desde el principio soy,y
en las postrimerías de todos estoy también completo.
Todo es Él, pues todo lo revela; Él se oculta en cuanto
existe. Su soplo anima todo lo que respira... No cambiará, no cambia, no ha
cambiado. No tiene forma pero se adapta a la nuestra; toma para nosotros la
forma que contiene todas las formas, y el nombre que abarca todos los
nombres. [Éliphas
Lévi; El Libro de los Esplendores]>>
El rey Thevetat fue uno de los últimos
Reyes Atlantes bajo
cuya influencia maléfica la raza atlante se convirtió en una nación de magos
perversos. Pero no todos los Asuras encarnados en la raza Atlante optaron por
el rebelde príncipe planetario Ahriman, sino que muchos Asuras se asociaron
alLogoi Planetario Terrestre junto
con los Hijos de la Voluntad y del Yoga, la raza intraterrena que por aquel
entonces tomó partido y se involucró con la causa del Logoi.
Como consecuencia de esas luchas, los
Asuras, Devas y
otros seres de un amplio espectro entre los que se encontraban los reyes y el
pueblo atlante, se dividieron en dos bandos irreconciliables sobre la faz del
planeta que forzaron a una guerra global a los dos vastos continentes
Atlantes existentes en aquel tiempo: Kusha, el continente situado en la
actual zona Atlántica sobre el Trópico Norte y Mú, situado en la zona
subtropical del Pacifico.
El rey Thevetat, al mando de los Daityas y los diablos
Râkshasas que controlaban el continente de Kushaluchó cruel y encarnizadamente contra los Âdityas y los Sâdhus
o sabios guías de la Raza Atlante, liderados por Roth, el príncipe adyta
que guiaba a las fuerzas intraterrenas y a los habitantes del continente de Mú. Las terribles consecuencias de la devastadora guerra concluyeron con el
segundo y definitivo diluvio
Atlante. Esta guerra, además, decidió los
destinos de los dos pueblos, el intraterreno y el perteneciente al mundo de
superficie en dos culturas separadas y realidades diferentes dentro del mismo
planeta. Los vestigios de esta terrible guerra quedaron grabados en la mente
colectiva de la humanidad actual y reflejados en muchas de sus leyendas
tradicionales, en las cuales, aún se llora la partida de los Elfos (Âdityas)
hacia la Isla Sagrada
(Âgarttha). Este segundo diluvio, acabó con las últimas
grandes civilizaciones Atlantes situadas en las penínsulas de Ruta y Daitya,
dejando únicamente un remanente de la cultura Atlante en la isla de
Poseidonis, la misma que sería destruida miles de años después como
consecuencia de las acciones geológicas que habían fragmentado los últimos
restos del gigantesco continente Atlante de Kusha, y desecho el continente de
Mú.
Esta historia que parece sacada de un libro de
Tolkien, en
el que elfos y humanos luchan codo con codo contra magos perversos y orcos
gigantescos, nos dejaría indiferentes, a no ser que exista algo más…
Los amantes de las pruebas “irrefutables” se sentirán
defraudados por las siguientes leyendas y tradiciones arcaicas que narran una
y otra vez la misma historia a través de los siglos, de lenguas distintas y
de culturas totalmente diferentes y, situadas además en los más diversos puntos del
globo. ¿Cómo pudo ocurrir esto? ¿Hubo una confabulación en aquellos remotos
tiempos para que todas las culturas contasen las mismas historias referentes
al diluvio y a los gigantes castigados mediante el agua…?
Comencemos pues por el clásico de los clásicos, el
Timaeus;
en el que Platón narra lo que los sabios del antiguo Egipto (Los sacerdotes
de Saïs)habían contado a Solón
acerca de la isla de Poseidonis:
<< No conocéis esa nobilísima y excelente raza de
hombres, que habitó una vez vuestro país (la Grecia pre-helénica), de quien
vos descendéis así como todos vuestros actuales estados, aunque sólo un
pequeño resto de esta gente admirable es la que ahora queda
(refiriéndosea los Cíclopes
mitológicos de las fábulas homéricas). Estos escritos relatan la fuerza
prodigiosa que dominó una vez vuestra ciudad, cuando un potente poder
guerrero, precipitándose desde el mar Atlántico, se extendió con furia hostil
sobre toda Europa y Asia…[Platón;
Diálogos - Timaeus] >>
Precisamente la mítica Atlántida, la Poseidonis de Platón
nos brinda una oportunidad única para entender la clave Atlante, pues esa
isla constituyó un “fósil” viviente, un anacronismo en el tiempo que nos
permite rastrear por medio de los restos arqueológicos y las culturas proto-históricas
del Mediterráneo su glorioso pasado. El Timaeus de Platón es por tanto
una auténtica joya histórica de inapreciable valor.
Según lo narra Platón, existía una isla frente a las dos
‘Columnas de Hércules’, situadas geográficamente a ambos lados del estrecho
de Gibraltar llamada Poseidonis, también denominada Atlántida por otros
autores, cuyos reyes eran dueños de un espléndido imperio insular y
continental que se extendía por todo el Mediterráneo, por la costa africana
hasta Libia y en la europea hasta Tirrenia.
Solón comenta a Kritias en esos mismos diálogos entre
Timeo y Sócrates, narrando que ese imperio Atlántico en expansión, provoca una guerra
abierta contra Grecia (jonios) y
Egipto (hacia el 9600 a.C.), las cuales, eran entonces las únicas potencias culturales
del Mediterráneo, con independencia de los Poseidónicos y sus colonias (tartesios, etruscos, aqueos de Creta, libios, etc.) escuchemos lo que Solón explica a Kritias sobre dicha guerra:
<<En esta
isla de Atlántica se formó una grandiosa y admirable potencia integrada por
reyes que dominaban toda la isla, otras más y algunas zonas del continente.
Además de esto gobernaban sobre los que vivían en el interior de Libia hasta
Egipto, y de Europa hasta Tirrenia. Toda esta potencia tras concentrarse en
una sola, intentó en una ocasión esclavizar vuestra tierra (la Grecia pre-helénica), la nuestra (el Egipto
proto-histórico) en un solo ataque. Fue
entonces, Solón, cuando la fuerza de vuestra ciudad legó a ser manifestada a
todos los hombres en virtud y poder… En el tiempo siguiente sobrevinieron un
violento seísmo y un cataclismo; sucedió durante un día y una noche
terribles, y toda vuestra casta guerrera se hundió bajo la tierra, y la isla
Atlántica tras hundirse de igual manera bajo el mar, desapareció. [Platón; Diálogos -
Timaeus] >>
Pero volvamos a la ‘Isla de los Bienaventurados’: En el
extremo Oriental de la isla reinaba uno de los diez hijos de Poseidón llamado
Gádeiros, entre los que el dios había repartido la magnífica isla. Este
extremo Oriental había recibido por tanto el nombre de Gadiriké en honor de
su rey, y sus posesiones continentales más próximas el nombre de Gádeira
(Cádiz). Constituyendo ésta, la región continental más próxima a la isla
Atlante, que seria con el tiempo, el floreciente reino de Tartessos
(costa
Atlántica española: Huelva, Cádiz y Tarifa). La grandiosidad de este imperio
Atlante la narra Kritias por boca de Platón:
<< Habían acumulado los reyes de la Atlántida
riquezas en tal cantidad, que seguramente nunca antes de ellos, una casa real
las poseyó en número tan grande ni las poseerá fácilmente en el porvenir.
Disponían de todo aquello que la ciudad y los campos eran capaces de
producir. Pues aunque era mucho lo que recibían del exterior, merced a su
imperio, la mayor parte de los productos necesarios para la vida los
suministraba la isla por sí sola. En primer lugar, todos los metales duros y
maleables que se pueden extraer de las minas y, entre ellos, aquel que en la
actualidad sólo de nombre se conoce: el oreíchalkos
(oricalco o cobre de montaña). Existía entonces, además del nombre, la
substancia propia de este metal, que se extraía de la tierra en muchos
lugares de la isla y que después del oro, era el metal más apreciado en aquel
tiempo. [Platón; Diálogos - Kritias] >>
Con el hundimiento final de la ‘Isla de los
Bienaventurados’ datada en unos 9000 años según Solón (9600 a. C.), el
imperio de Poseidonis muere lentamente al desaparecer su corazón bajo las
aguas, no así su influencia cultural en los distintos pueblos que ocupaban
entonces las costas del Mediterráneo, aunque éstos, con el correr de los
siglos, gradualmente se vuelven autóctonos estableciendo sus apropiadas y
diferentes costumbres, creando así una idiosincrasia propia como pueblos
independientes.
¿Quiénes eran estos grupos afines y cuales son sus
costumbres...? Curiosamente tenemos que remontarnos muchos miles de años
después en el tiempo para encontrar los nombres de esos pueblos:
Durante el reinado de Ramses III (1183-1152 a.C.) Egipto
se enfrenta a una difícil situación militar en su zona de influencia, Hatti
había caído y con ella el Imperio Hitita, Troya destruida en el 1184 a.C.
sólo eran unos indicadores del inmenso colapso que estaba afectando a Asia
Menor y buena parte del mediterráneo Oriental, como lo demuestra la caída de
Micenas, la desolación de Chipre y la destrucción de ciudades como Ugarit,
Alalak, Enkomi, Katna, Niya, Karkemish y otras que quedaron devastadas en tal
medida que nunca más fueron pobladas nuevamente. La causa de todo este
imponente éxodo de pueblos que cambiaría completamente el equilibrio de
fuerzas y la economía en el Mediterráneo, lo crearía un gigantesco movimiento
de expansión procedente de Asia central.
Esta gigantesca égida la crearon los pueblos
arios,
representados por los cassitas, que procedentes de las distintas
oleadas de tribus originarias de los Arianni expulsados
de Agarttha (2500 a.C.), conquistarían el alto Indo e Irán en el 1700 a.C., irrumpiendo ahora en el
mediterráneo a través de Mesopotamia, creando tres grandes reinos: el
hurrita
de Mitani, la Babilonia amorrea y el
Imperio Hitita. Esta nueva fuerza
político-militar y cultural que introduciría la cultura indo-europea
en el
mediterráneo y su idioma el sánscrito, constituyó una amenaza sin precedentes
para los restos de la cultura Poseidónica (Atlante), la cual reaccionó como
un solo hombre ante la incontenible invasión Arianni, agrupándose en la
confederación de los ‘Pueblos del Mar’, aquellos que formaron en un tiempo
remoto el imperio continental de Poseidonis.
Los Pueblos del Mar atacaron ferozmente al recién llegado
enemigo, destruyendo el Imperio Hitita y su capital Hatti. Troya es otra
muestra más de la alianza de los Pueblos del Mar contra los primeros Arianni
que se establecieron en el Mediterráneo, como lo demuestra las cruces svásticas
encontradas en sus ruinas. En este caso, los griegos estabanrepresentados por los
Aqueos, tal y
como lo narra Homero en la
Iliada, aunque esta alianza helénica está
personificada sólo de forma muy parcial y referida a un hecho concreto.
Y es precisamente después de la caída del Imperio Hitita,
durante el reinado de Ramses III, cuando se produce una decisiva batalla
entre Egipto y los Pueblos del Mar que acaba con la victoria de Egipto, tal y
como se aprecia en el relieve del templo de Medinet Habu. Aunque existían ya
registros durante el reinado del faraón Merneptah (1224-1205 a.C.) del acoso
de estos Pueblos del Mar contra Egipto, debido a la presión que ejercieron
ellos asociados a los mashuash y los kahak, pueblos asentados
en la costa de Libia, que incluso habían llegado a tomar, por aquel entonces,
el brazo occidental del delta del Nilo.
¿Porqué Egipto se enfrentó a sus antiguos enemigos,
representados por la confederación de los Pueblos del
Mar, con los que había
aprendido a convivir en paz durante miles de años después de la caída del
antiguo Imperio Poseidónico...? Máxime, cuando lo más lógico por su parte
sería, además, ayudar a quién derrota al peligroso enemigo Hitita…
La respuesta no parece sencilla, pero hay que entender que
Egipto tradicionalmente ha sido una potencia continental y no naval, con lo
que sus intereses particulares distarían mucho de los intereses de los demás
socios históricos. También es cierto que tanto los hurritas de Mitani,
como los hititas y amorreos, constituían una amenaza para las
fronteras continentales de Egipto, pero en ese punto es donde nos encontramos
con un hecho sorprendente:
Egipto en aquellos días se hallaba en pleno apogeo de su
Imperio Nuevo, constituido por las dinastías XVIII y XIX, en las cuales sus
faraones extendían un poder casi absoluto en el Medio Oriente. Pero esas
dinastías curiosamente no pertenecían a las anteriores dinastías de faraones
semitas, sino que éstas habían sido establecidas por los invasores hicsos
hacia el año 1580 a.C. Los hicsos eran amorreos, es decir
Arianni, que además, conquistaron Egipto de una forma inverosímil, si la
comparamos con la manera violenta en la que sus antepasados conocidos como
los purandara (los destructores de ciudades) ocuparon el Valle del
Indo hacia 1.700 a.C.
Esta vez la ocupación fue firme pero sin ¡blandir una
espada!. La dominación hicsa no fue entendida en Egipto como una opresión
sino como una “ocupación pacífica” por un pueblo de “superior cultura”, esta
sorprendente expresión la extraemos de los escritos de Manetón, sacerdote
tolemaico del siglo III a.C.:
<< Por motivos que desconocemos la cólera de Dios
descargó sobre nosotros, pues sorprendentemente unos extranjeros de
procedencia oriental, invadieron nuestro país y lo conquistaron sin tomarse
la molestia de desenvainar la espada. [Manetón;
Ægyptiaca]
>>
Vemos pues que el sorprendente poder de Egipto en ese
período, es debido a unas dinastías procedentes de la poderosa cultura
indo-europea venida de Oriente, lo que nos hace sospechar de la “lealtad”
egipcia hacia sus antiguos socios mediterráneos.
Sea como fuere, el nombre de los pueblos que fueron
derrotados por Ramses III es muy esclarecedor, pues en ellos encontramos
gentes venidas de todo el Mediterráneo. Así encontramos a los mashuash
y los kahak (pueblos de la costa de Libia y Tartessos en la costa
occidental de España), los shakalush (sículos, habitantes de Sicilia),
los turush (tyrsenos o tirrenos, también conocidos como etruscos y
habitantes de la Toscana en Italia), los aqayauas (aqueos, de Grecia y
Creta), los luku (licios o licaonios, habitantes de Milias en
Turquía), los shirdan (sidonios de Sidón en la costa del Líbano) y
otros muchos de procedencia ignota como los zikar, los pulsata,
los danuna y los washash.
Evidentemente, una concentración
de pueblos procedentes de todos los puntos del Mediterráneo, desde Cádiz
hasta Grecia, y desde la Toscana hasta Libia, que derrotasen al Imperio
Hitita y desafiasen al Egipto del Imperio
Nuevo, es algo muy difícil de
explicar desde el punto de vista “oficial” de simple congregación de piratas.
Aunque esta confederación sería perfectamente explicable si consideramos a
estos pueblos como los últimos vestigios del Imperio Poseidónico.
Un punto de especial interés lo
marcan los mashuash; este pueblo descrito por el faraón Merneptah como
asentado en la costa Libia, es identificado por otros autores como procedente
del reino de Tartessos, según se desprende de las citas de Polibio al
traducir un tratado entre Roma y Cartago, en las cuales los tartesios
o mastienos, eran denominados
Mastia
Tarseiou. Así mismo, en un libro
apócrifo de la Biblia denominado Libro de los Jubileos, datado
hacia el año 950 a.C., se puede encontrar el nombre de Mesech para denominar
a la Península
Ibérica.
La denominación de ibero, sería por tanto muy posterior,
y relacionada con la palabra iber, eban o ibai que
significa río, y de similar fonética entre los dos grandes pueblos primitivos
de la península: Los tartesios asentados en el río Tartessos
(Guadalquivir) y los vascones asentados a su vez en el río Iber
(Ebro).
Aparentemente la identificación
del reino de Tartessos como foco y punto principal de la cultura
Poseidónica,
puede parecernos algo exagerado actualmente, sin embargo no se lo parecía así
a los primeros fenicios y griegos clásicos que arribaron a Iberia. Estrabón
(63 a.C.-24 d.C.) citando a Posidonio (100 a.C.) afirma que los turdelanos
(descendientes de los tartesios) tenían escritos de 6000 años de
antigüedad, de caracteres muy arcaicos que escribían formando espirales o
grecas continuadas en lugar de líneas rectas como griegos y latinos. Estrabón
asigna un número de ciudades no inferior a 200, las cuales configuraban un área
metropolitana no inferior al de la Hélade clásica en tiempos
posteriores.
Una confirmación acerca del número
de ciudades de la Turdelania Hispalense nos la ofrece Plinio el
Viejo que
sobre el año 0, nos habla de 170 ciudades, lo que nos da un índice de 40
ciudades perdidas en un siglo como media.
Efectivamente, desde la derrota
de los Pueblos del Mar a manos de
Ramses III, no se vuelve a oír hablar de
ellos, es más, éstos desaparecen lentamente a manos de las potencias
orientales que cobran brillante esplendor y fuerza militar en el
mediterráneo; etruscos,libios, sicilianos
y turdelanos desaparecen. Solamente griegos y fenicios parecen aprovechar
adecuadamente el impulso de la cultura indo-europea haciéndose con el control
total del Mediterráneo, hasta la llegada de Cartago y Roma.
Pero esta parte de la historia, es mucho más reciente que
la de la auténtica Atlántida pre-diluviana, el reino de los terribles
gigantes y de las obras faraónicas que éstos llevaron a cabo, como lo cuenta
Burmeister
<< Sin embargo, aún en los días de Platón,
exceptuando a los sacerdotes, nadie en Egipto parece recordar claramente a
los míticos gigantes que les precedieron. La causa, es que según esos mismos
sacerdotes, esa raza de gigantes habitó el delta del Nilo desde el período
comprendido entre los 400,000 años hasta la primera glaciación (asimilada al
diluvio) hace unos 250,000 años. La Gran Pirámide que según la ciencia
moderna no puede tener más de 6,000 años de antigüedad, es evidentemente
muchísimo más antigua, basándose en unos ladrillos encontrados a diversas
profundidades en el limo del Nilo, y al gradiente de deposición del mismo, su
antigüedad se cifra en 14,000 años, y por tanto la pirámide puede ser datada
como mínimo en 20,000 añosde
antigüedad. [Burmeister;
Man before Metals] >>
La incongruente explicación “científica” de la
construcción de las pirámides con la conocida “tecnología” de construcción
del año 6,000 a.C. es eclécticamente inverosímil, por muy “científica” que
pretenda ser.
Lo mismo ocurre con los gigantescos dólmenes y templos
extendidos por Asia, Europa, América y África, donde se encuentran piedras gigantescas
alineadas o ensambladas con escrupulosa pulcritud, que desafían toda lógica
constructiva con los métodos conocidos en las épocas “oficiales” de datación
de esos monumentos.
Pero lo realmente interesante no son los hechos en sí,
sino las leyendas… ¡A los soñadores nos gustan tanto…!
Todos esos monumentos gigantescos, y en muchos casos
antediluvianos, han mantenido un halo de leyenda muy instructivo, por
ejemplo: Los Nuraghi, llamados las tumbas de los gigantes en Malabar e India,
son llamados también las tumbas de los Daityas (gigantes); en Lanka, en Rusia
y más concretamente en Siberia, se les llama Koorgan y son conocidos
popularmente como las sepulturas de los Hombres–demonio o Râkshasas.
Las leyendas narran a gritos lo que el hombre moderno no
quiere oír debido a su orgullo: ‘Que existieron grandes civilizaciones y
grandes ciudades cuya belleza incomparable haría palidecer a la anárquica e
inarmónica estructura de nuestras mejores ciudades’.
Son tantos los vestigios de nobles y antiguas razas que
vivieron en las mismas tierras que hoy ocupamos los tristes y desfallecidos
humanos actuales que estos restos llenan las patéticas salas de nuestros
museos, siendo solo una ínfima muestra de los tesoros que la Antigüedad aún
nos oculta debido a nuestra propia inmadurez.
En Palmira, en Midian y en Galilea existió una raza
esbelta y fornida que exhibía las formas del cráneocompletamente distintas del hebreo o árabe actual. Ella
construyó los misteriosos círculos de piedra de Galilea, cuyos últimos representantes
fueron llamados los Gigantes o Filisteos (Nephilim), entre los que se
encuentra el Goliat de La Biblia.
Tertuliano asegura que en su tiempo había en
Cartago cierto número de gigantes. Filostrato habla de un esqueleto
gigante observado por él en el promontorio de Sigeo, y nos habla de otro
visto por Messecrates de Stira, en Lemmos, “horrible de contemplar”
-según Filostrato-. Plinio habla de un gigante en quién creyó
reconocer a Orión, y Plutarco declara que Sertorio vio la tumba
de Anteo el Gigante. Pausanias, así mismo, atestigua la existencia
real de las tumbas de Asterio y Gerión, hijos de Hércules. Curiosas
evidencias de los gigantescos habitantes de la tierra antediluviana son
recogidas por San Agustín cuando nos cuenta:
<< De la vida larga que
tuvieron los hombres antes del Diluvio, y cómo era mayor la estatura de los
cuerpos humanos:
Todo el que
prudentemente considerare las cosas, comprenderá que Caín no sólo pudo fundar
una ciudad, sino que la pudo también fundar muy grande en tiempo que duraba
tanto la vida de los hombres, aunque alguno de los incrédulos e infieles
quiera disputar acerca del dilatado número de años que, según nuestros
autores, vivieron entonces los hombres, y diga que a esto no debe darse
crédito.
Porque tampoco
creen que fue mucho mayor en aquella época la estatura de los cuerpos de lo que son ahora, y,
sin embargo, su nobilísimo poeta Virgilio, hablando de una grandísima
peña que estaba fija por mojón o señal de término en el campo, la cual en una
batalla un valeroso varón de aquellos tiempos arrebató, corrió con ella y la
arrojó, dice que “doce hombres escogidos según los cuerpos humanos que
produce el mundo en nuestros tiempos apenas la hicieron perder tierra”,
significándonos que hubo tiempo en que acostumbraba la tierra a producir
mayores cuerpos. ¡Cuánto más sería en los tiempos primeros del mundo, antes
de aquel insigne y celebrado Diluvio!
En lo tocante a la grandeza de los cuerpos, suelen
convencer y desengañar muchas veces a los incrédulos las sepulturas que se
han descubierto con el tiempo, o por las avenidas de los ríos, o por otros
varios acontecimientos donde han aparecido huesos de muerto de increíble
tamaño.
Yo mismo vi, y no solo, sino algunos otros conmigo, en la
costa de Utica o Biserta, un diente molar de un hombre, tan grande, que si le
partiera por medio e hicieran otros del tamaño de los nuestros, me parece que
pudieran hacerse ciento de ellos; pero creo que aquél fuese de algún gigante,
porque fuera de que entonces los cuerpos de todos generalmente eran mucho
mayores que los nuestros, los de los gigantes hacían siempre ventaja los
demás; así como también después, en otros tiempos y en los nuestros, aunque
raras veces, pero nunca faltaron algunos que extraordinariamente excedieron
la estatura y el tamaño de los otros. Plinio II, sujeto doctísimo, dice que
cuanto más y más corre el siglo, produce la Naturaleza menores los cuerpos;
lo cual también refiere Homero en sus obras, no burlándose de ello como de
ficciones poéticas, sino tomándolo, como escrito de las maravillas de la
Naturaleza, como historias dignas de fe. [San Agustín; La Ciudad de
Dios]
>>
El Abate Pegues afirma en su obra Les Volcans de
la Grèce, que ‘en la vecindad de los volcanes de la isla de Tera, se
encontraron gigantes con cráneos enormes que yacían bajo piedras colosales’.
Finalmente Beroso nos habla de Titea o Titaea
Magna, la madre de los Titanes y esposa de Noe o Na-Noah, y cuyos hijos son
los Siete Kabiri: Koeus, Kroeus, Phorcys, Cronus, Oceanus, Hyperion e
Iapetus; los Arkitas (descendientes del Arka) fundadores de las Siete Razas
de color.
Si hubo un Arca y un Noé sin duda debió de haber un
Diluvio y un continente perdido… Y de eso precisamente nos habla Donnelly:
<< El gran Continente perdido puede quizás haber
estado situado al Sur del Asia, extendiéndose desde la India a la Tasmania.
Si la hipótesis -ahora tan puesta en duda, y positivamente negada por algunos
sabios autores, que la consideran como una broma de Platón- se llega alguna
vez a comprobar, entonces quizás los hombres de ciencia creerán que la
descripción del continente habitado por Dios no era del todo una pura fábula.
y entonces puede que perciban que las indicaciones veladas de Platón, y el
atribuir él la narración a Solón y a los sacerdotes egipcios, no fue más que
un modo prudente de comunicar el hecho al mundo, al mismo tiempo que,
combinando hábilmente la verdad y la ficción, se descartaba de toda
implicación en el. [Donnelly;
Atlantis] >>
Estas afirmaciones refuerzan la idea de los dos
continentes conocidos como Kusha, la
Atlántida y Mú, situado éste último en el Pacífico, tal y como nos lo cuenta
Louis Jacolliot:
<< Una de las leyendas más antiguas de la India,
conservada en los templos por tradición oral y escrita refiere que hace
varios cientos de miles de años existía en el Océano Pacifico un inmenso
continente, que fue destruido por convulsiones geológicas y cuyos fragmentos
pueden encontrarse en Madagascar, Ceilán, Sumatra, Java, Borneo y las islas
principales de la Polinesia. Las altas mesetas del Indostán y Asia, según
esta hipótesis, sólo habrían sido, en aquellas lejanas épocas, grandes islas
contiguas al continente central... Según los brahmanes, este país había
alcanzado una elevada civilización, y la península del Indostán, agrandada
por el desplazamiento de las aguas, en tiempo del gran cataclismo, no ha
hecho más que continuar la cadena de las tradiciones primitivas nacidas en
aquel sitio. Estas tradiciones dan el nombre de Rutas a los pueblos que
habitaban este inmenso continente equinoccial, y de su lenguaje se derivó el
sánscrito. La tradición indo-helénica, preservada por la población más
inteligente que emigró de las llanuras de la India, refiere también la
existencia de un continente y de un pueblo, a los que dio los nombres de
Atlántida y Atlantes, y que sitúa en el Atlántico, en la parte Norte de los
Trópicos.
Aparte de este hecho, la suposición de un antiguo
continente en aquellas latitudes, cuyos vestigios pueden encontrarse en las
islas volcánicas y la superficie montañosa de las Azores, las Canarias y las
islas de Cabo Verde, no está desprovista de probabilidad geográfica, Los
griegos, que por otra parte nunca se atrevieron a pasar más allá de las
Columnas de Hércules, por causa de su temor al Océano misterioso, aparecieron
demasiado tarde en la antigüedad, para que las historias conservadas por
Platón puedan ser más que un eco de la leyenda india. Además, cuando
arrojamos una mirada sobre un planisferio a la vista de las islas e islotes
esparcidos desde el Archipiélago Malayo a la Polinesia, desde el Estrecho de
la Sonda a la Isla de Pascua, es imposible, partiendo de la hipótesis de que
hubo continentes que precedieron a los que habitamos, dejar de colocar allí
el más importante de todos.
Una creencia religiosa, común a Malaca y Polinesia, esto
es, a los dos extremos opuestos del mundo de la Oceanía, afirma “que todas
estas islas formaron una vez dos países inmensos, habitados por hombres
amarillos y negros, que siempre estaban en guerra; y que los dioses, cansados
de sus querellas, encargaron al Océano que los pacificara, y éste se tragó
los dos continentes, y desde entones ha sido imposible conseguir que devuelva
a sus cautivos. Sólo las crestas de las montañas y las mesetas elevadas
escaparon a la inundación, por el poder de los dioses, que percibieron
demasiado tarde el error que habían cometido",
Sea lo que quiera lo que haya en estas tradiciones, y
cualquiera que haya sido el sitio donde se desarrolló una civilización más
antigua que la de Roma, de Grecia, de Egipto y de la India, lo cierto es que
esta civilización existió, e importa mucho a la ciencia el volver a encontrar
sus huellas, por más débiles y fugitivas que sean. [Louis
Jacolliot; L’Historie des Vierges:
les Peuples et les Continents Disparus] >>
Y por último en el
Vishnu Purâna podemos encontrar los nombres de esas
regiones:
<< El Rey de Kusha-Dvipa tenía siete hijos… de
quienes las siete partes, o Varsha, de la isla tomaban sus nombres… Allí
residía la humanidad juntamente con Daityas y Dânavas, así como con espíritus
del cielo: Gandharvas, Yakshas, Kimpurushas, etc. [Wilson; Vishnu Purâna] >>
Las tres letras mágicas que forman la palabra Aum están
comprendidas en las Seis Sílabas:
¡ Om
Manipadme! ¡ Hum! Estas sílabas mágicas forman la
gran ciencia del Aum y son consideradas como el gran medio de liberación. Om,
cierra la puerta del renacimiento entre los dioses. Ma, entre los dioses
celosos o titanes. Ni, en el pensamiento. Pad, entre las criaturas
subhumanas. Me, entre los espíritus hambrientos y Hum, entre los habitantes
de las tinieblas.
El poderoso Mantra, según la ciencia del
Aum u Om como
también se la conoce, significa: ¡Oh, mi Dios en Mí! (Oh la joya del
loto).Haciendo referencia a la
indisoluble unión entre el hombre y el universo, entre el hombre y el germen
divino que éste alienta en su interior.
Este Mantra no solo despertará a las Potestades menores de
los elementos, sino que vigorizará la unión del ser con el Yo superior o
Mónada. Todo sonido pone en acción una fuerza oculta de la naturaleza que se
concreta en un color, un número y una sensación en uno u otro plano del mundo
visible e invisible…
En todas las tradiciones arcaicas -aquellas que han estado más cerca de
la Raíz Original-, La palabra AUM ha estado fuertemente relacionada con los
nombres secretos de la omnipresente Deidad. Esta palabra ha llegado hasta
nosotros con muy diversas formas como el Aum de los Hindúes, el Aion de los
griegos, y el Evum de los romanos. Pero dejemos que Helena Petrovna Blavatsky
lo defina de una forma magistral:
<< La palabra AUM u
OM, correspondiente al Triángulo superior,
cuando la pronuncia un hombre puro y santo, vigorizará o despertará, no sólo
las Potestades menos excelsas de los elementos y espacios interplanetarios,
sino a su Yo superior o "Padre" interno. Pronunciada debidamente
por un hombre de vulgar bondad, le ayudará a robustecer su moralidad, sobre
todo si entre dos "AUM" medita de propósito acerca de su AUM
interno, y concentra toda su atención en la inefable gloria. Pero ¡ay de
quien pronuncie la sagrada palabra después de cometer algún pecado
trascendental!; porque atraerá a su impura fotosfera, fuerzas y presencias
invisibles, que de otro modo no hubieran podido abrirse paso en la divina
envoltura.
AUM es el prototipo de
Amen. Esta última palabra no es hebrea, sino
que, como la de Aleluya, la tomaron judíos y griegos de los caldeos. La
palabra Aleluya se encuentra frecuentemente repetida en ciertas inscripciones
mágicas grabadas sobre vasos y urnas de las ruinas de Nínive y
Babilonia.
Amén no significa "así sea", ni "verdaderamente", sino
que en la remotísima antigüedad significó casi lo mismo que AUM. Los judíos
iniciados (tanaimes) la empleaban con igual objeto y con parecido resultado
que los arios iniciados emplearon la palabra AuM, pues el valor numérico de
AMeN en caracteres hebreos es 91, equivalente a la suma de YHVH (23)=26 y
ADoNaY=65 ó 91. Ambas palabras denotan la afirmación del ser o la existencia
de nuestro “Señor interno”. [ H.
P. Blavatsky, La Doctrina Secreta Vol. VI ] >>
Cada partícula tiene una consciencia en su centro,
polarizada según los distintos niveles de su proceso de despertar. Una
partícula del cosmos, posee un núcleo central que actúa como fuente de vida y
consciencia para todos los cuerpos que forman su ser en las diferentes
dimensiones en las que habita. Este núcleo es solo un transformador de la
energía que emite la Fuente Primera, a través de una cadena de núcleos más
potentes no individualizados, que a su vez reciben la energía de núcleos aún
más sublimes que se elevan hasta llegar al Origen Único de todo lo creado e
increado. Esos núcleos, con distintos niveles de avance dentro del camino
evolutivo de las distintas humanidades de la galaxia, están polarizados en su
Regente Avatar u Octava Mónada, que es el auténtico núcleo superior en
evolución de cada ser.
De esteRegente Avatar se desprenden doce prolongaciones, que dan lugar a las
siete Mónadas, que son las que desarrollarán sus experiencias en el ámbito
material, y los cinco Principios del Regente, que se encuentran arraigados en
los umbrales de la inmaterialidad. Cada Mónada completa su trayectoria
evolutiva a lo largo de los distintos niveles de consciencia del universo en
el que habita, desarrollando sucesivamente los atributos que la elevan de
vuelta a su origen superior como Regente Avatar, y despertando, por tanto, a
la autentica realidad superior de donde emanó. De esta manera, solamente
existe una consciencia única que se revela a sí misma a través de todas las
partículas del cosmos.
El Todo, se halla completo en cada una de las
partículas existentes, aunque cada una de ellas solo exprese una ínfima
porción de su magnitud. El núcleo central del conjunto, también llamado el
Ser de Dos Caras, proyecta sus prolongaciones en dos direcciones, una a
través de los intersticios del universo físico cósmico, y la otrahacia el universo astral cósmico. Estas
proyecciones actúan como si de las raíces y ramas de un colosal árbol sideral
se tratase, las proyecciones, sondas raíces o sondas ramas, penetran en los
distintos universos materiales y anti-materiales siendo el medio de contacto
del Regente desde el umbral de los dos planos hacia los siete niveles del
universo evolucionario material y los cinco del universoinmaterial.
El Regente Avatar puede ser simbolizado como un árbol
invertido con sus Cinco Raíces (Principios) haciaarriba y sus Siete Ramas (Mónadas) hacia abajo, Tal y como nos
lo muestra este pasaje de Los Upanishads:
<< Hay un árbol muy antiguo cuyas raíces crecen
hacia arriba y sus ramas hacia abajo; ése en verdad se llama lo Radiante,
Brahma, pues él solo es el Inmortal. Todos los mundos están contenidos en él,
nada va más allá.
El mundo entero, cuando sale de Él, tiembla en su aliento,
pues Brahma es un gran terror, como una espada desenvainada. Aquellos que le
conocen alcanzan la inmortalidad.
Del terror de Brahma arde el fuego y el sol; de su terror
Indra, Vayu y la muerte escapan corriendo.
Si un hombre no Puede comprender esto antes de que su
cuerpo caiga en pedazos, tendrá que tomar otro cuerpo en los mundos de la
creación.
Como en un espejo, así es este cuerpo (donde Brahma puede
ser visto claramente); como un sueño, así es visto en el mundo de los Padres;
como en el agua, así es visto en el mundo de los Gandharvas; como en la luz y
en la sombra, así es visto en él mundo de Brahma.
Habiendo comprendido que los sentidos son distintos del
alma, y que su ascenso y declive a ellos pertenece, el sabio deja de sufrir.
Más allá de los sentidos está la
mente, más allá de la
mente está el Ser supremo, más allá del Ser supremo está el Gran Ser, más
allá del Grande, el Oculto.
Más allá del Oculto está la Persona, el omnipresente,
completamente imperceptible. Las criaturas que le conocen
son liberadas y obtienen la inmortalidad.
Su forma no puede ser vista, pues nadie puede contemplarle
con los ojos. Sólo puede ser conocido con el corazón, que se halla más
allá de la sabiduría y la mente. Sólo aquellos que saben esto son inmortales.
Cuando todos los sentidos y la mente son sometidos, el
sabio alcanza el estado supremo. [A.
Duperron; los Upanishads]
>>
Las siete Mónadas del Regente, son el nexo de éste y la
vida manifestada, siendo éstas “Las ramas que darán los frutos para ser
ofrecidos al Creador”. Los Principios, que no realizan la misma función que
las Mónadas; son las raíces, y el medio de contacto del Regentecon la supraevolución. Los Principios no
poseen sentido de la individualidad, como lo poseen las Mónadas, actuando
como los transformadores de fuegos y vibraciones inmateriales captadas en el
nivel de los Logoi y adaptando su potencia a la de las Mónadas.
El Árbol del Ser de Dos Caras
o Regente Avatar está constituido como si se tratase de una galaxia, al igual
que el plano mental cósmico posee Tres niveles, con Tres subdivisiones cada
uno; el plano astral cósmico posee Cinco niveles, con Cinco subdivisiones y
el plano físico cósmico posee Siete niveles, con Siete subdivisiones cada uno.
Los niveles se superponen unos a otros como las capas de una cebolla, como
las órbitas de los electrones en el átomo, como los planetas en un sistema
estelar o los núcleos de nebulosas y estrellas en la galaxia. Cada órbita,
cada electrón reverbera y vibra en una frecuencia enmarcada en las normas de
la simetría, dirigidas por leyes estrictas e inamovibles que solo pueden
alterarse desde planos de conciencia más elevados.
Los Siete niveles del
plano físico cósmico ocupan el centro del Huevo, el más denso, el Plano
Físico es su núcleo, le sigue el nivel Etérico-Físico y abriéndose desde la
parte más interior hacia la exterior los otros niveles como el
Etérico-Astral, el Mental-Astral, el Intuitivo, el Espiritual, el Monádico y
por fin el Divino. Pero éste último no es el final, sino el principio del
siguiente plano, el Plano Astral Cósmico con sus cinco subdivisiones y más
allá aún el Plano Mental Cósmico, el cual consta asimismo de sus adicionales
tres sub-niveles.
En el sistema solar, así como en la estructura del átomo,los niveles materiales más densos se hayan
distribuidos desde su centro hacia el exterior, considerando, por tanto, la
densidad material máxima en el núcleo del sistema, pero la paradoja se desarrolla
cuando consideramos que el material constituyente del núcleo solar o
sistémico, es el hidrógeno, que es a su vez el cuerpo más sutil deluniverso físico. Esta simetría de
equilibrio es así misma representada por el Regente Monádico, que se
superpone así a la estructura del universo manifestado. El Regente Avatar
representa pues la misma estructura que el universo manifestado, 7, 5, 3 y 1
pero invertida, es decir, situando los núcleos densos secuencialmente de
fuera hacia dentro en secuencia 1, 3, 5 y 7. El centro del Regente Avatar
representa en un lado la existencia en el universo-antimateria que sostiene a
su ver en el otro lado al universo-materia,la cual puede ser definida como diversos vórtices de energía que
vibran en diferentes frecuencias, pero siempre en una dirección que determina
su visibilidad, o manifestación como vida evolutiva. Detrás del espejo, al
otro lado y unida a cada uno de esos vórtices hay otra vida, una corriente
energética que sigue un sentido inverso, el sentido de la supraevolución, que
transciende la evolución manifestada.
Cualquier partícula en el universo
materia está relacionada con un núcleo que le corresponde en el universo
anti-materia. Siendo el contacto permanente entre la partícula esencial de un
plano de consciencia y su correspondiente anti-partícula lo que forma el
constante flujo de energía entre los dos universos, ésta es la causa directa
de la existencia del plano manifestado. Al alterar la frecuencia o la
dirección de cualquiera de los vórtices de energía
de una partícula con
respecto al patrón común de una región en el espacio-tiempo, dicha partícula
se desplaza a través del universo materia al punto del espacio-tiempo que
corresponde a las nuevas coordenadas establecidas, lo que proporciona a la
partícula un desplazamiento en el espacio, en el tiempo, o incluso a otros
planos de consciencia.